Andalucía es la región más demandada de la Unión Europea en términos de alojamiento flexible tras imponerse a Croacia
En el modelo confluyen estancias de duración media, por trabajo o raíz corporativa, con las típicamente turísticas
Las 35.554.000 pernoctaciones en la región dejaron un impacto de 6.000 millones en 2023
La Junta de Andalucía esquiva el debate de la tasa turística y apunta a una reforma legal del Gobierno central
Andalucía encabeza las pernoctaciones europeas en alojamiento flexible
Andalucía cerró 2023 con 35,6 millones de pernoctaciones en alojamientos 'flexibles', un tipo de hospedaje en el que se incluyen las estancias de duración media, ya sea por motivos profesionales, corporativos, formativos o de cualquier otra índole; las Viviendas de Uso Turístico ... (VUT) y los Apartamentos Turísticos -modalidad en la que el edificio al completo se destina al fin 'alojativo', como suelen adjetivar los profesionales del sector.
La región prácticamente ha duplicado el dato consignado en 2021 (16 millones) por Eurostat, el servicio estadístico de la Comisión Europea, y ha mejorado sensiblemente el recabado durante los siguientes doce meses (28,7 millones).
De hecho, ha llegado a convertirse en el enclave de la Unión Europea con mayor demanda de este tipo de alojamientos, por encima de la hasta ahora inamovible Croacia adriática, a la que superó en tres millones de pernoctas según el último informe oficial.
El siempre atractivo glamour de la Costa Azul y la Provenza francesa fue la opción tras 25 millones de pernoctaciones, cediendo también sus acostumbradas posiciones de cúspide a la tierra andaluza.
Son algunos de los principales datos extraídos del Vitur Fórum, que se celebró esta semana por primera vez en Sevilla tras varias ediciones con sede en Málaga. Ninguna de las dos apuestas es casual, pues son los polos fundamentales ya no solo del turismo andaluz, sino de los alojamientos flexibles en el Sur de España.
En el caso malagueño, como capital de una provincia con varios reclamos -eminentemente la Costa del Sol-. En el hispalense, como ciudad per sé.
El lujo «real» andaluz
Tanto es así que tanto Sevilla como Marbella se disputan las principales posiciones en los ránkings del alojamiento de lujo. Como recalcó Carlos Pérez-Lanzac, fundador de Vitur y presidente saliente de la Asociación de Profesionales de viviendas y apartamentos turísticos de Andalucía (Avvapro), se trata de un lujo «real», no unas prestaciones premium elevadas.
«Las casas palacio y el patrimonio de Sevilla son difíciles de encontrar en otros lugares», explicó Pérez-Lanzac, lo que blinda aún más como destino a esta ciudad y hace que tenga el segundo ADR más alto de Andalucía, sólo superado por -de nuevo- Marbella. Las siglas surgen de la voz inglesa Average Daily Rate, que puede traducirse como la tasa media diaria o el ingreso que supone una habitación como promedio a un establecimiento.
Comparativa de regiones
Si los datos andaluces resaltan en comparación a la zona costera de Croacia o el sur de Francia, lo hacen aún más si se contraponen a regiones como el Lazio (con el eminente reclamo de Roma) o la afamada Toscana de Italia, con unas pernoctaciones casi a la mitad
El del lujo es precisamente uno de los senderos donde se prevé un mayor crecimiento dentro del alojamiento flex a nivel mundial, concretamente un 13,1 por ciento de aquí a 2031. Ese y el de las villas, veta turística que ganó auge como herencia de la pandemia del coronavirus por la sensación de privacidad, intimidad y control que aportan al huésped, y cuyo crecimiento para el mismo período sube al 14,4 por ciento. El tercer puntal sería el de la gama media, título genérico para alojamientos catalogados con cuatro estrellas, y cuya fortaleza es fundamental porque supone un 67 por ciento del mercado del alojamiento flexible.
Dejando un tanto al margen las estancias de duración media, que son aquellas que comprenden cualquier lapso entre el mes y el semestre, el informe ofrecido por Vitur indica que los viajeros que optan por un modelo flexible puramente turístico pernoctan como norma general entre 3 y 5 días, lo que supone una leve bajada respecto a los anteriores datos.
Los profesionales lo explican por la mayor confianza del consumidor —en su amplia mayoría, un 75%, parejas o familias— en un sector cada vez más profesionalizado, lo que «acorta la ventana de reserva» y «aumenta la rotación», en palabras del expresidente de Avvapro.
El promedio pasa a ser de 6,4 noches en temporada alta, eso sí. Al igual que en 2023 el precio medio por habitación pasó de los 150 euros de 2022 a 160. Lejano a la subida exponencial de Italia, pero un aumento en definitiva.
Los seis adalides de España
De hecho, el sector ha supuesto un impacto económico de 6.000 millones de euros tan sólo en Andalucía.
Son 30.796 millones los recaudados en todo el territorio nacional, que posiciona otras cinco regiones entre las 20 más pujantes de Europa. Hablamos de Canarias, con 22,3 millones de pernoctaciones; Cataluña, con 22,2 millones; la Comunidad Valenciana, y sus 20,5 millones de pernoctas; y, a mayor distancia, la Comunidad de Madrid y Baleares, ambas en torno a los 10 millones de noches contratadas.
Huéspedes nacionales
En los meses aún bajo la sombra de la pandemia, el 50 por ciento de los usuarios que se decantaron por establecimientos de alojamiento flexible eran de procedencia nacional. El dato supera se acerca ya al 80 por ciento, del que sólo Andalucía absorbe el 45%, lo que demuestra el gran posicionamiento sureño
El caso andaluz, con sus 827.000 plazas 'flex', merece todo el foco porque no tiene rival con ninguna de las otras regiones europeas en cuanto a los alojamientos turísticos. Mientras que España, como país al completo, permanece en segunda posición de volumen de pernoctas detrás de Francia —sin cambios desde 2020— algo que no deja de ser meritorio si se comparan la extensión y población de ambos países, Andalucía ha logrado volver a su liderazgo de 2019.
La gallina de los huevos de oro parece tener cuerda para rato, en tanto que el 90 por ciento de los clientes que usan el modelo flexible de alojamiento muestran su satisfacción con el servicio recibido calificando con cuatro o cinco estrellas sus estancias. De ahí que, en el caso concreto de Sevilla, el 47 por ciento de los huéspedes que optan por la tipología flex no visitarían la ciudad si no existiese esta fórmula.
La previsión de ocupación va a bajar, previsiblemente como 'desinfle del efecto rebote que hubo tras la pandemia', no obstante, Carlos Pérez-Lanzac aseguró que la tendencia del precio medio seguirá siendo alcista, lo cual es una gran noticia para el empresario turístico pero no tanto para el bolsillo del futuro huésped.
También apuntalará el sector el mayor número de vuelos, pasando de los 26.000 vuelos que se operan actualmente a nivel global a los 63.000 que se prevé que sean una realidad en ese 2031 que se toma como meta de análisis.
Entretanto, basta con analizar el flujo turístico del presente 2024. Hasta julio, llegó a Andalucía un 8,45% más de turistas internacionales que en el mismo período de 2023.
Generaciones Z y X
A nivel general, la franja etaria que más se decanta (50%) por el alojamiento 'flex' es la Generación Z —los nacidos desde la segunda mitad de los 90 hasta 2009—, «con un poder adquisitivo de 44.000 millones». Le sigue la X (1965-1981), especialmente en destinos nacionales
La necesidad de regulación
Aunque el evento se centró en analizar la salud y bonanzas del sector, hubo irremediablemente hueco para abordar la espinosa cuestión de la convivencia vecinal y, sobre todo, la necesidad de contar con un marco normativo tan claro como común. Para ello se planteó una mesa redonda que contó con la presencia de la Teniente de Alcalde y delegada de Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Ángela Moreno; el director gerente de la Cámara de Comercio de Sevilla, Salvador Fernández; y el vicepresidente de Avvapro, Juan Ignacio Chaves.
Según Pérez-Lanzac, que ejerció de moderador, sólo «el 1,5% por ciento del inventario total de alojamientos de Andalucía se destina al fin turístico, lo que en términos de mercado no parece hablar de saturación». De hecho, los interlocutores plantearon que la inversión en mayúsculas tal vez no se materializa por la incertidumbre de la ley sobre la que se cimenta el negocio.
Como muestra, en Sevilla se han retirado 715 licencias de viviendas de uso turístico, mientras que en Málaga el montante asciende a 1.500 (según fuentes oficiales ajenas al Foro Vitur). Esto ocurre porque las otorga en un primer momento la Junta de Andalucía pero se revisan a posteriori según los criterios recogidos en los PGOUs municipales.
Fuente de empleo
La organización de Vitur Forum puso el acento en la productividad del sector. Así, detallaron que por cada tres viviendas de uso turístico que se gestionan en Sevilla se gesta un empleo. Por su parte, cada veintena de unidades de alojamiento turístico rige la creación de siete puestos de trabajo
Moreno, como portavoz del Consistorio, se mostró en todo momento colaborativa con el sector flex, que calificó de «esencial» y aseguró que «Sevilla no aspira a batir récords, sino a atraer un turismo de calidad».
En ese sentido, Fernández hiló fino al plantear que el «reto ahora es saber gestionar el éxito», algo que muchos ciudadanos de ciudades reclamo como Sevilla, Granada o Córdoba se preguntan constantemente.
Por su parte, Chaves identificó como lastres la atomización del sistema y del marco jurídico: «Ahora mira a una ordenanza, después a un PGOU, luego a un decreto de Andalucía...». «Una normativa no clara significa afectación a la posibilidad de trabajar y, lógicamente, a la calidad», concluyó.
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