La Aemet publica un informe para reclamar a tu seguro los daños por fuertes vientos en Andalucía

Aunque el informe se refiere específicamente a lo ocurrido en Huelva, su publicación tiene implicaciones de alcance regional: muchos seguros exigen la acreditación de que los daños se han producido durante un fenómeno meteorológico extremo para activar las coberturas especiales por viento y fenómenos extraordinarios.

Para iniciar una reclamación, los afectados deben presentar a su aseguradora la máxima documentación posible, tanto del daño sufrido como de la causa que lo originó. En este paso, el informe de Aemet adquiere un valor fundamental: sirve como prueba oficial de que, en la fecha del siniestro, se produjo un fenómeno que supera los umbrales normales de viento.

Además de recopilar fotografías, vídeos y presupuestos de reparación, resulta conveniente incluir una referencia expresa al informe, o solicitar a la propia Aemet un certificado meteorológico individualizado si la póliza lo requiere. Este certificado se emite para una hora y lugar concretos y permite demostrar que el siniestro se produjo coincidiendo con un episodio de viento extremo.

Una vez reunida la documentación, el siniestro debe comunicarse a la compañía aseguradora dentro de los plazos fijados en la póliza. A partir de ahí, será el perito quien evalúe los destrozos, y contar con una acreditación meteorológica sólida facilita su trabajo y evita que se atribuyan los daños al desgaste o a causas ordinarias.

En los casos más graves —como vientos superiores a determinados umbrales o daños ocasionados directamente por un tornado— la indemnización puede corresponder al Consorcio de Compensación de Seguros, aunque para ello es imprescindible tener contratada una póliza en vigor. En esos supuestos, la acreditación de Aemet actúa como documento clave para activar la cobertura del organismo estatal.

El informe recién publicado señala que la trayectoria de daños en Gibraleón, de unos 2,5 kilómetros de longitud y entre 400 y 500 metros de anchura, solo puede explicarse por el paso de un tornado estructurado, y no por una racha puntual o un reventón húmedo. Entre los desperfectos analizados figuran árboles arrancados, antenas colapsadas, tejados desprendidos y muros derribados, evidencias que permiten determinar la categoría del fenómeno como IF2 en la escala de intensidad.

Con esta certificación, Aemet ofrece a los afectados una base técnica sólida para acreditar el origen meteorológico de los daños y defender su reclamación ante la aseguradora o, si corresponde, ante el Consorcio. En un contexto de temporales cada vez más frecuentes, disponer de estos informes se ha convertido en una herramienta esencial para garantizar los derechos de los asegurados.