Susana Díaz elige a los técnicos frente a la cuota del PSOE para su Gobierno

La presidenta ha configurado un gabinete con 13 consejerías , dos más de las que había en la actualidad, y con una nueva estructura tal y como se había anunciado. Así, su número dos, Manuel Jiménez Barrios , mantendrá su cuota de poder al ser vicepresidente, consejero de la Presidencia y de Administración Local. Será, además, la cabeza visible del Gobierno cuando la presidenta coja su baja por maternidad, que coincidirá con el verano.

También continúan en el Gobierno María Jesús Montero , con las mismas competencias en Hacienda y Administración Pública; Emilio de Llera (Gobernación y Justicia); María José Sánchez Rubio, quien pierde poder al quedarse sólo con Igualdad y Políticas Sociales; y José Sánchez Maldonado , quien también verá recortada sus competencias y se encargará de Empleo, Empresa y Comercio. Susana Díaz confía en la gestión del malagueño para enderezar el rumbo de las políticas de empleo, tan denostadas por el fraude de los ERE .

La presidenta deja fuera del gobierno a Luciano Alonso , Elena Víboras y María Jesús Serrano. Su nuevo gobierno tiene una estrcutura más coherente que el anterior y como la propia presidenta adelantó le ha quitado cualquier complemento a las carteras de Educación, Salud y Cultura.

Para gestionar sus principales consejerías, Susana Díaz ha elegido a técnicos. Así, Antonio Ramírez de Arellano , actual rector de la Hispalense, será el encargado de Economía y Conocimiento; la rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle , dirigirá Educación; mientras que Aquilino Alonso será el consejero de Salud. Una de las sorpresas del Ejecutivo ha sido la recuperación de Rosa Aguilar . La que fuera consejera con Griñán y ministra con Zapatero vuelve a Andalucía para hacerse con Cultura dejando así su gris escaño en el Congreso.

Pero lo más llamativo del nuevo Gobierno han sido los nombramientos en el seno del PSOE. Susana Díaz ha optado por personas de su confianza más cercana. Así, ha elegido a Javier Fernández , sevillano, como consejero de Turismo y Deporte; al jienense Felipe López , quien le fue leal cuando ella aspiró a la secretaría general en una provincia que le era claramente hostil; al onubense José Fiscal y a la almeriense Carmen Ortiz .

La descompensación por provincias es evidente. La presidenta se ha inclinado por la suya, sentando a cinco sevillanos en el Consejo de Gobierno, una decisión que puede generar conflictos en el futuro. Claro que ahora queda por configurar el resto del Gobierno, con sus cargos intermedios y el personal de confianza. Problemas no habrá por parte de Ciudadanos , Juan Marín ya dijo ayer que «no se deben escatimar recursos para lograr la eficacia».