Zoido: «Juanma, tienes que cambiar el rumbo de la historia y gobernar la Junta»

En su discurso de despedida, Zoido ha cedido el testigo a Moreno Bonilla depositando en su sucesor la responsabilidad de acabar con la hegemonía del PSOE en Andalucía desde el advenimiento de la democracia. «Juanma, tienes que cambiar el rumbo de la historia y llevarnos al destino final, ganar y gobernar la Junta de Andalucía». Ha destacado que «es un camino largo y complicado pero estamos cada día más cerca para llegar a buen puerto. Lo queremos y lo necesitamos, pero Andalucía y los andaluces se lo merecen».

En presencia de Rajoy, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y los ministros Juan Manuel Soria, Cristóbal Montoro, Fátima Báñez, Ana Mato, Ana Pastor y Miguel Arias Cañete, Zoido destacó el “programa de reformas valiente y necesario” de Mariano Rajoy. «Eres el presidente del Gobierno que más has hecho por Andalucía y en menos tiempo. Más de 20.000 millones han llegado a la Junta de Andalucía para pagar deudas a proveedores. Las reformas aplicadas en el transcurso de tu gobierno están reconduciendo a España en el buen camino para llevar a cabo la profunda renovación», ha advertido.

«Gracias, Mariano, por creer siempre en Andalucía. Esta tierra está por encima de sus gobernantes. Andalucía no son los políticos que están al frente de la Junta, sino mucho más y así lo entiende el presidente del Gobierno», ha señalado.

El regidor hispalense dedicó buena parte de su discurso a agradecer el trabajo de su equipo y muy especialmente a su secretario general,  José Luis Sanz. «Para mí ha sido una enorme satisfacción y un lujo haber tenido a mi lado. Ha sido el hombro en el que he tenido que apoyar gran parte de mi trabajo, gracias por la generosidad y lealtad mostrada a este partido, gracias por ser siempre tú, como eres y como sigues siendo. Gracias,  José Luis». «Para mí ha sido un honor administrar el gran legado de Antonio Hernández Mancha, Gabino Puche, Teófila Martínez y Javier Arenas», anteriores presidentes del partido, subrayó.

A modo de despedida, recordó que cuando  asumió el cargo lo «acepté y ocupé como un acto de responsabilidad en el partido» y que se marcha «con la satisfacción del deber cumplido» y sin ninguna «ambición personal». Antepuso su compromiso con Sevilla a cualquier otra aspiración: «Creo en mi partido, pero son los sevillanos los que me dieron ese compromiso y creo en ellos en cuerpo y alma».