Heracles, contra las columnas podridas de Andalucía

Los investigadores de la Unidad Central Operativa han querido hacer una alegoría del derrumbe político de la Junta homenajeando al Hércules que trata de levantar una de las columnas en el monumento más significativo del Parlamento Andaluz, centro del escudo de esta tierra y cimiento histórico de los andaluces. Y como la investigación ha ido tan al origen en este primer paso ordenado por la juez Mercedes Alaya, tan a la base del caso de corrupción más escandaloso de la historia de la democracia andaluza, incluso se ha optado por el vocativo en griego.

Una certera declaración de intenciones sobre una supuesta refundación de Andalucái para culminar meses de trabajo silencioso en los que la información se ha ido conociendo en dosis muy pequeñas y con conceptos generales: testaferros, empresas pantalla, seguimiento a cuentas corrientes, investigaciones patrimoniales... La Guardia Civil ha trabajado bajo secreto de sumario casi desde que Alaya les encomendó el caso. Tras la baja de la juez por enfermedad, su sustituto, Iván Escalera, decretó el secreto de las actuaciones, una decisión que han ido prorrogando los otros magistrados durante meses hasta que ha roto en esta operación histórica.

En principio, la actuación estaba prevista para la semana anterior bajo la supervisión de Ana Rosa Curra. Sin embargo, Alaya se incorporó al juzgado, solicitó al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el monopolio de todas las macrocausas que se instruyen en el número 6, y cuando se le concedió decidió retrasar el despliegue para hacerse cargo personalmente del mismo.

Las fuentes consultadas sostienen que la primera idea era actuar el martes. Pero el operativo era tan complejo que hubo que retrasarlo un día más. De hecho, han intervenido más de 150 agentes de casi todos los grupos especializados de la UCO en Madrid, que han tenido apoyos de Barcelona, Jaén, Granada, Cádiz y Las Palmas, puntos en los que se practicaron las detenciones. El despliegue ha sido tan numeroso que incluso faltaban habitaciones para alojar a todos los guardias desplazados hasta Sevilla en las dependencias oficiales de la Benemérita, por lo que el lunes hubo que buscarles hospedajes en distintos puntos de la ciudad.

Pero todo se ha hecho con un silencio sepulcral. La operación se preparó de madrugada en la Comandancia de Montequinto. La hora fijada era las ocho y media de la mañana. Todo estaba sincronizado. Los timbres de los domicilios de los detenidos sonaron al unísono. En ese momento Andalucía se despertó acordonada por un dispositivo que ya no podía pasar desapercibido.

Los supuestos testaferros, mediadores y comisionistas que han manejado el dinero público que tendría que haber ido destinado a mitigar el desempleo en Andalucía comenzaron a desfilar por los calabozos de la Comandancia. Y de allí al Cuartel de Eritaña, donde se les empezó a tomar declaración mientras los perros adiestrados buscaban dinero en los domicilios particulares registrados y las cajas de papeles salían a mansalva de las oficinas implicadas.

En las próximas fechas se conocerá el sumario. Pero Heracles, héroe de la refundación, recuerda lo que ya escribió Alaya en un auto: «Sólo se ha podido tomar declaración a imputados que estarían situados en el último escalón de la pirámide» . Aún queda un trabajo hercúleo.