Las condecoraciones policiales llevan años en la diana de los sindicatos, que históricamente han impugnado muchas de ellas, sobre todo las honoríficas. La última que ha levantado ampollas es la 'roja' concedida al presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, un caso «sangrante», ... en palabras del SUP, que denunciará por prevaricación al ministro Fernando Grande-Marlaska.
«El Gobierno en funciones le otorga una medalla con distintivo rojo, cuando además de no cumplir los requisitos mínimos para ser acreedor de tal condecoración, en el pasado fue querellado por el SUP como consecuencia de sus afirmaciones en las que acusaba a la Policía Nacional de no perseguir los delitos». Según el sindicato, no solo incumple requisitos, sino que «por el momento en el que se le condecora parece que lo que subyace es una maniobra política para granjearse favores en el TC por parte de su Gobierno».
Jupol también estudia medidas legales por esta medalla y por la otorgada al abogado Juan Ignacio Fuster-Fabra, «letrado del director general de la Policía y del director adjunto operativo». Ambos, civiles, recibirán una 'roja', la misma distinción otorgada, por ejemplo, a los policías heridos en Kabul. Sobre el papel se concede a agentes heridos en acto de servicio, a los que hayan participado en tres o más servicios y hayan sido agredidos o supongan un prestigio para la Corporación. Son pensionadas para los funcionarios policiales, pero es discrecional que lo sea para Conde-Pumpido.
Por la relevancia de su cargo los dos sindicatos sitúan esta medalla en el eje de su crítica, aunque apuntan a la política general de concesiones. El SUP habla de «mercadillo de pago de favores» y Jupol dice que «el Ministerio del Interior pretende reírse de la Justicia». Mónica Gracia, secretaria general del Sindicato Unificado, tilda de «vergüenza» lo ocurrido porque hay un cupo «absurdo» para agentes y ninguno para personas ajenas al Cuerpo. «Se otorgan 611 medallas fuera de la Policía Nacional, mientras que hay compañeros que, tras arriesgar la integridad y la propia vida en intervenciones policiales» se quedan fueran.
Ambas organizaciones arremeten además contra las medallas de plata que se conceden habitualmente a los comisarios que se jubilan y que ya han acabado en los tribunales en años anteriores. Este año la recibirán seis comisarios principales retirados. Para los sindicatos la cruz de plata es una «manera torticera de incrementar la pensión» de estos antiguos mandos policiales.
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