Cataluña supera el miedo a la abstención

El incremento de votantes en las urnas ha tenido, además, un efecto trampolín para el partido de Laporta, que se refleja en los cuatro escaños que han impulsado al partido del independentista y que entrará en el Parlament con 96.307 votos (3,76%). Ciertamente, los escándalos en los que en los últimos días se ha visto envuelto el ex presidente del F.C. Barcelona no han hecho mella en sus seguidores, que han sido fieles al extremado independentismo y han respaldado su proyecto en las urnas.

Los casi cuatro puntos más de participación resgistrados en estos comicios vienen a demostrar, además, que la necesidad de cambio en Cataluña ha logrado movilizar a un mayor porcentaje del electorado que ha decidido otorgar a Artur Mas la llave de la Generalitat. De hecho, el próximo president ha asegurado hoy durante su discurso que «esta vez sí gobernaremos», en referencia a la participación que en anteriores comicios había frenado en seco su camino al Govern.

Las cifras de participación de este año han dilapidado el temor a que la gestión de Montilla y la sentencia del Estatut hubieran transformado en abstención el descontento en la región mediterránea. Sin embargo, aunque la participación supere en cuatro puntos a la registrada en 2006, las cifras siguen siendo bajas en una comunidad en la que la oferta de formaciones políticas no moviliza como debiera a los ciudadanos.

Los datos no han de mirarse con optimismo, pues la participación continúa reflejando la escasa confianza de los catalanes en el sistema político y en una clase dirigente que se demuestra que no tiene el respaldo que debiera entre los ciudadanos, lo que se refleja, además, en el incremento que ha tenido este año el voto en blanco (del 2,02% en 2006 a un 2,94% en estos comicios).