Ciudadanos volverá a negociar con Sánchez pese a su «inmoral» pacto con Bildu

Aunque considera que pactar con el grupo batasuno «es una inmoralidad sea cual sea el contenido» y que el espectáculo ofrecido ayer por el Ejecutivo «daña la imagen de España y genera una incertidumbre inmensa en los ciudadanos» además de que juega «con el futuro del empleo», el dirigente naranja mantiene abiertas las puertas al diálogo y al acuerdo con Moncloa. En una entrevista en la cadena Ser hizo hincapié en que en ello consiste «la política útil».

«Nosotros en cada momento vamos a negociar con el Partido Socialista en función del objeto concreto de la negociación», aseveró. «Dentro del tiempo que sea, tendremos que sentarnos, ver qué es lo que estamos negociando ver que las propuestas que nos plantean son buenas para los españoles, ver que son moderadas, de centro, pragmáticas y si coinciden con nuestro ideario. En este sentido, estableceremos el sentido de nuestro voto, de nuestra negociación», abundó, sin variar un ápice la posición que viene defendiendo,

Dentro de ése ánimo de interlocución, Bal no entró en que pasará si el Gobierno decide solicitar una nueva prórroga del estado de alarma pero sí avanzó que no descarta entrar en tratos con el Gobierno para los nuevos Presupuestos.

« Seguiremos en esta misma política útil de ver qué propuestas presenta encima de la mesa el Gobierno», especificó. «Política útil es sinónimo de abiertos a la negociación de los Presupuestos de todos los grupos parlamentarios. Desde que ha comenzado la legislatura nosotros hemos mantenido la política de negociar soluciones que nos parecen buenas», añadió.

El portavoz de Cs casi pareció casi comprender el no haber sido informado por los socialistas de su pacto paralelo con los batasunos pese a su ocultación adrede hasta el final de la votación.

«Nosotros llevamos a cabo nuestra propia negociación vinculada estrictamente a lo que era la aprobación de las condiciones del estado de alarma», excusó sin aparente malestar.

«Votamos únicamente pensando en la necesidad de seguir con el confinamiento como único remedio para poder acabar con esta pandemia exigiendo al Gobierno que nos presente esse plan B para una desescalada ordenada», continuó.

No obstante, Bal sí se esforzó por desmarcarse del acuerdo para la derogación de la reforma del mercado laboral, que juzgó «muy negativa» y que enmarcó en los acuerdos de legislatura del PSOE para su «gobierno Frankenstein». El ya exdiputado naranja Marcos de Quinto avivó el debate interno que vive la formación al asegurar a través de Twitter que los socialistas «se han reído de Ciudadanos. Nunca me ha dado tanta tristeza haber tenido razón».

También el PP observa con preocupación el acuerdo entre el Gobierno y Bildu. El presidente del PP, Pablo Casado, exigió mantener la legislación laboral actual y empezó a analizar las consecuencias que su derogación «tendría para los ERTE y las colas de ayuda social». Por su parte, la exministra popular Elvira Rodríguez advirtió que el pacto «pone en peligro el empleo de millones de españoles y los aboca a las colas del hambre».

La dirigente popular, que participaba ayer en el grupo de trabajo del Congreso para la reactivación económica tras el Covid, denunció, además, que el Gobierno pida a la oposición la búsqueda de un pacto para la reconstrucción y que el día antes llegue a «un acuerdo radical» sobre «una regulación básica».

Vox aún fue más allá y exteriorizó su protesta levantándose de los grupos de trabajo de la nueva comisión de para la reconstrucción. No obstante, no es la primera vez. El mismo día de la constitución de este órgano, el grupo que preside Santiago Abascal se retiró de la sesión en protesta porque la votación fuera pública.

Las críticas al Gobierno arreciaron también desde el bloque de los socios. El líder de Más País, Íñigo Errrejón, pidió al Gobierno que abandone «los bandazos» y los «juegos en corto» mientras el presidente del PRC, Revilla, tachó al gobierno de «desnortado» y condenó su «pacto secreto».