Toda la oposición exige la retirada de la congelación de las pensiones frente a una moción del Grupo Popular

Ensayo general de lo que se le avecina al Gobierno socialista: la mayoría del Parlamento propinó ayer una nueva derrota al PSOE al exigir la defensa del Pacto de Toledo y la retirada de la congelación de las pensiones, contenida en el «decretazo» que se ... debatirá mañana, jueves, en el Congreso. Resultó llamativo escuchar a Gaspar Llamazares con qué ganas mostraba su respaldo a la moción del PP, y es que Zapatero tiene entre sus últimos méritos haber unido a todos contra él.

El Grupo Popular estuvo hábil con su moción, porque estaba claro que la mayoría de los grupos le daría el «sí» y pondría en un serio aprieto al Grupo Socialista. En la iniciativa se insta al Gobierno a que proceda «al cumplimiento de la recomendación undécima del Pacto de Toledo de 1995, actualizada en 2003, que garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones frente a coyunturas económicas adversas y mediante la revalorización automática y con carácter anual de todas las pensiones contributivas del sistema de Seguridad Social, conforme a la evolución anual del IPC». Es decir, lo contrario de lo que quiere aprobar ahora el Gobierno.

El PP no cometió en este caso el error de añadir coletillas políticas que irritan a otros grupos de la oposición y que les hacen alejarse del voto favorable. Con ese enunciado escueto y directo los portavoces no pusieron ni un solo «pero». El diputado popular Tomás Burgos denunció el incumplimiento del Pacto de Toledo y advirtió que el ajuste económico es necesario, «pero pueden encontrarse otras soluciones sin machacar los derechos de los ciudadanos».

A partir de ahí, el debate fue una sucesión de portavoces enfadados con Zapatero que no ahorraron en sus críticas. Para Gaspar Llamazares (IU), la congelación de pensiones es una medida «injusta y arbitraria»; para Emilio Olabarria (PNV), el Gobierno pone en riesgo el pacto más importante de la historia del parlamentarismo español y el único que se ha podido consolidar, mientras que Carles Campuzano (CiU) pidió al PSOE que a partir de ahora deje de dar lecciones a nadie sobre políticas sociales y subrayó que esta moción obliga al Gobierno a rectificar.

Por el PSOE, el papelón para defender el voto en contra le correspondió a la diputada Isabel López Chamosa, y a su favor hay que decir que se quedó sin voz dando la cara por Zapatero y para intentar convencer a todos de que los socialistas defienden el Pacto de Toledo, aunque no pudo evitar irse por las ramas para echar la culpa de la crisis al Partido Popular y a la política del ladrillo. Luego logró enfuerecer a algunos diputados del PP cuando aseguró que su partido no admitía ni una lección de política social y de defensa del Estado del Bienestar y preguntó: «¿Qué ley que beneficie a los ciudadanos ha salido de un Gobierno que no sea socialista?». Tras la votación, con 176 votos a favor y 164 en contra, algún que otro diputado se desahogó: «¡Zapatero, toma nota!».

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