Sánchez renueva los rostros del PSOE para una nueva etapa de choque con Casado

Todavía quedan piezas por encajar. Pero el puzzle del nuevo PSOE empieza a completarse. La Ejecutiva Federal del PSOE ratificó ayer el nombramiento de Hector Gómez como nuevo portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados. La número dos de la bancada socialista será Rafaela Crespín . La diputada andaluza será la secretaria general del grupo parlamentario.

Estos cambios tienen un rostro en forma de salida: el de Adriana Lastra como portavoz en el Congreso. Ya que marca un cambio fundamental: la voz del PSOE en el Congreso pierde peso político. A cambio se convierte el grupo parlamentario socialista en campo de pruebas de una nueva hornada de dirigentes. Sin desgaste. Preparados para un cuerpo a cuerpo con un PP que por primera vez desde que Sánchez está en La Moncloa acumula un trimestre como primera fuerza en los sondeos. En las últimas semanas el PSOE ha aumentado las campañas en redes y comparecencias para cargar contra el PP . El modo electoral está activado. En Ferraz incluso algunos piensan que el adelanto electoral andaluz es todavía factible.

Los cambios se enmarcan en esa estrategia de dar un nuevo aire al partido. Hasta ahora y desde que Sánchez accedió al poder en 2018 las principales voces eran Ábalos y Lastra. Y esporádicamente la presidenta del partido, Cristina Narbona. Junto a Carmen Calvo y María Jesús Montero eran los rostros principales. Cuando pase el cónclave de octubre y se mire atrás ninguno de los portavoces socialistas mantendrá su puesto. La única incógnita es si Lastra se reservará alguna fórmula de proyección pública. Ella misma dijo ayer que la decisión estaba al cien por cien consensuada con Sánchez. Incluso se buscó que fuera ella quien compareciese ante la prensa para atajar las interpretaciones que la sitúan como una damnificada más de los cambios de Sánchez. «Siempre los dos hemos estado de acuerdo en lo que debería ser el futuro de este partido y esta vez también ha sido así» , dijo. Ayer no quiso aclararse si será ella quien comparezca ante los medios en las ruedas de prensa de los lunes tras la reunión de la dirección.

Sin embargo, la salida de Lastra de la portavocía del grupo poco tiene que ver con las estrepitosas caídas del antiguo ministro y secretario de Organización, José Luis Ábalos, o del director de gabinete, Iván Redondo . Ambos pasaron del todo a la nada en un suspiro. La número dos del PSOE resiste esta profunda remodelación. Abandona la portavocía del Congreso pero se mantendrá como vicesecretaria general. En el PSOE hay quienes tienen claro que ella estaba muy cómoda en su rol de portavoz. Pero que ante la tesitura marcada por Sánchez optó por mantenerse en su cargo orgánico.

La cacofonía es grande en el PSOE entre quienes ven en ello una degradación y quienes entienden que, centrada en el partido y sin una figura en liza como la de Ábalos, su poder crecerá «aunque tenga otra forma de hacerse visible», dice una persona de la dirección que defiende a Lastra.

Tras los profundos cambios de Sánchez en el Gobierno durante el mes de julio hay inquietud. Y pocas certezas. Con los cambios todavía calientes se afanaban desde Ferraz en trasladar que Lastra pasaba a ocupar una posición «plenipotenciaria» en el partido. Algo que casaba mal con el ascenso de Santos Cerdán como secretario de Organización en sustitución de Ábalos. Ahora ya se sabe que Lastra no ocupará ese puesto tras el Congreso Federal. La vicesecretaría general es un puesto que jerárquicamente la sitúa solo por debajo del secretario general, pero cuyas atribuciones son más difusas que las de la todopoderosa área de Organización. Ella, no obstante, tiene un perfil mediático del que adolece Cerdán. Y en el partido están convencidos de que Lastra tendrá capacidad para atraer el foco, aunque con menos asiduidad que hasta ahora. Donde su actual puesto garantizaba un par de impactos semanales. Ese equilibrio y reparto de poder entre Lastra y Cerdán será clave. Y sobre ello pivotará el proceso interno. En 2023 hay que renovar candidaturas y listas electorales. Mucha relación que tejer con los territorios.

A ese equilibrio habrá que sumar la gran incógnita de si la dirección tendrá un portavoz que ejerza esas funciones. De que ese puesto se consolide en la renovación de octubre dependerá en gran medida el espacio que pueda tener Lastra de puertas para fuera. A falta de ese encaje, todas las piezas se reconfiguran. Con Félix Bolaños como nuevo hombre fuerte del Gobierno, con Óscar López como nuevo lugarteniente se va a buscar cambiar la forma de trascender ante la opinión pública. Y pese a que la escalada en el precio de la luz está complicando las cosas con Unidas Podemos, los socialistas creen que sin Pablo Iglesias como contrapeso la tendencia comunicativa y política está a su favor.

La idea que se reitera en el Gobierno es la de «poner por delante la gestión». Pero defendiendo que para ello era necesaria una nueva comunicación. Los focos están puestos en particular en Pablo Casado , a quien los socialistas consideran un líder «débil e inconsistente». Sánchez lo cambia casi todo. Salvo él mismo y su estrategia de cabecera: resistir es avanzar. Pero por primera vez desde que es presidente se enfrenta a encuestas adversas .