Sánchez, de las cifras del Covid: «Quien tiene que ofrecer transparencia son las comunidades autónomas»

El jefe del Gobierno se reunió con el primer ministro portugués, Antonio Costa, en su residencia del Palacio de Sao Bento, junto a la Asamblea de la República. A continuación, ambos mandatarios realizaron una comparecencia conjunta, en la que Sánchez acaparó el protagonismo y se apresuró a eludir cualquier responsabilidad respecto a la opacidad que se le reprocha en cuanto a difundir cifras reales de fallecidos por coronavirus.

De hecho, no tardó en puntualizar: «Como saben, España es un país descentralizado y las competencias de Sanidad están transferidas. Por tanto, quien tiene que ofrecer transparencia son las comunidades autónomas ».

Así zanjó la cuestión, solo cinco días después de haber coincidido igualmente con Costa en la reapertura de la frontera terrestre entre Badajoz y Elvas. Un acto que no duda en calificar como « el relanzamiento de nuestras relaciones bilaterales ».

Sánchez se refirió varias veces a la necesidad de acelerar la transición ecológica y digital, en una clara mención a dos de los aspectos que subraya la Unión Europea como condiciones para asegurar e l reparto equitativo del fondo de 750.000 millones de euros que tiene previsto activar Bruselas para combatir los efectos de la crisis.

De hecho, ahí se inscribe la visita del presidente español a la capital del fado, primera escala de un itinerario que proseguirá este miércoles 8 de julio recibiendo en Madrid al primer ministro italiano, Giuseppe Conte .

España e Italia son los dos países más afectados por la devastación sanitaria y económica a causa de la nueva enfermedad, aunque la evolución en los últimos días parece apuntar a una reflotación. Tanto es así que el Reino Unido aconseja a sus ciudadanos viajar a estos dos países, mientras que ha excluido el Portugal del continente de su lista de destinos. Solo se salvan los archipiélagos de Madeira y de Azores, algo que está estrangulando el sector turístico luso y beneficia, de paso, el trasvase de bañistas a regiones como Andalucía.

De modo que Pedro Sánchez quiso consensuar con Antonio Costa una estrategia común para no percibir menos de los 140.000 millones de euros que, supuestamente, le corresponderían a España, en función de las primeras estimaciones.

Pero antes del Consejo Europeo, aún deberá trasladarse el presidente del Gobierno a Ámsterdam y a Estocolmo, donde puede encontrar mayores dificultades a la hora de recabar apoyos para sus pretensiones.

No es la única cuestión sobre Europa de la que ha hablado. El líder del PSOE también se ha referido al futuro de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital , Nadia Calviño , que es candidata a presidir el Eurogrupo.

Sánchez ha admitido que es optimista sobre las posibilidades que tiene Calviño para presidir el Eurogrupo, pero no ha querido confirmar si España cuenta ya con los votos suficientes para hacerlo posible a falta de tres días de que se produzca la elección. El presidente del Gobierno ha señalado que esta es una semana «decisiva» y ha confirmado que está hablando con «todos los colegas» y trabajando para lograr los apoyos.

«Permítanme que no desvele nada, pero estamos razonablemente optimistas y agradecidos respecto a la respuesta que estamos teniendo», ha dicho Sánchez. «Estamos razonablemente optimistas y agradecidos, respeto a la respuesta que estamos teniendo por parte del resto de países, y no solamente de países progresistas, sino también ahora mismo de países gobernados por partidos conservadores, del Partido Popular», ha apostillado.

Costa, por su parte, ha subrayado que Portugal apoya la candidatura de Calviño para asumir el cargo que hasta ahora ha tenido el luso Mario Centeno.

El primer ministro portugués ha fundamentado este apoyo en la experiencia europea de Calviño y en la «visión conjunta» que España y Portugal tienen sobre el futuro de Europa. También ha recordado que es la candidata de su familia política, la socialdemócrata, y ha valorado que España también apoyó en su momento a Centeno, aunque el Gobierno y el candidato eran de familias políticas distintas.