Rubalcaba se planta ante los «barones»

Inicialmente, el secretario general no iba a romper su silencio sobre los desastrosos resultados electorales en Galicia y el País Vasco hasta el lunes próximo en Ferraz. Ese día la Ejecutiva Federal analizará la situación, pero algunos movimientos de «barones» han encendido las alarmas en la Dirección Federal. Particularmente, los provenientes desde la todopoderosa federación andaluza, que dirige el presidente del PSOE y de la Junta, José Antonio Griñán .

Declarado «chaconista» en la batalla del 38 Congreso, Griñán no estuvo el lunes en la reunión de la Permanente aunque sí hizo unas declaraciones pidiendo más «presencia a nivel nacional» del PSOE-A y dando por hecho, que tras las elecciones catalanas, hay que abordar el debate.

A diferencia de la Dirección Federal, que se cierra en banda a cualquier cambio orgánico, Griñán y los suyos no descartan ya un relevo si es el resultado final de una «renovación profunda». Ferraz no tiene claro qué hay detrás: si esta vuelta a la carga es en favor de Carme Chacón , que también guarda silencio –«hoy es día para hablar de Presupuestos», señaló ayer– o de sí mismo.

De hecho, en conversación con ABC, alguna fuente fuente del entorno del líder andaluz admite que puede ser un nombre de «consenso». Lo cierto es que tras ocho meses de relativa paz, Griñán ya había empezado a moverse incluso antes del aciago 21-N. El 15 de octubre se reunía en Sevilla con el también «chaconista» Ximo Puig , secretario general del PSPV, la segunda federación del partido, y coincidieron en pedir un cambio de rumbo.

Otros, como el lendakari, Patxi López , ya ha dejado claro que los malos resultados en el País Vasco y Galicia no son atribuibles a Rubalcaba, y que no se puede cambiar de líder a los ocho meses de un congreso.

En esto opina lo mismo que el extremeño Guillermo Fernández Vara, para quien si el PSOE logra ahormar un proyecto alternativo al del PP, el problema del candidato es secundario.