Rosa Belmonte

Retorno a 2003 (y a 1986)

Las manifestaciones contra la guerra son de los pocos sitios donde se puede ver señoras con boina. O con pañuelos de madres de Plaza de Mayo.

ROSA BELMONTE

Si las preguntas más fáciles que pueden hacerse sobre una patata son dos (qué es y por qué existe), de una concentración como la de ayer puede uno preguntarse lo mismo. ¿Qué es? Una reunión de antiguos alumnos de 2003. ¿Por qué existe? Porque si ... hay guerras preventivas puede haber manifestaciones preventivas. Mucha gente con banderas del Partido Comunista de los Pueblos de España. Y señoras con boina. Las manifestaciones contra la guerra son de los pocos sitios donde se puede ver señoras con boina. O con pañuelos de madres de Plaza de Mayo.

En la plaza del Reina Sofía había una cabeza de soldado imperial de «La guerra de las galaxias». Y «No a la guerra imperialista» era uno de los mantras. Estaba en una de las pancartas. En otra se leía «OTAN no, bases fuera». Luego se gritó mucho. Retorno al pasado, vaya. Y «No a la guerra» (había un señor con pegatinas de 2003). Incluso «Sí se puede». Nunca «No en mi nombre». Pero lo de la OTAN y las bases... Cielos. Salí de mi casa en 2015 y debí de entrar en una puerta del «Ministerio del tiempo» que daba a 1986. Volviendo al presente, también había una hucha precaria donde se pedía para «la querella de Cifuentes» (por las marchas de la dignidad).

El lema principal de los abajo firmantes era «No en nuestro nombre». Detrás de la pancarta, una chica marroquí con velo y chapas de «I love Palestina» o «I love Siria»; Shanghay Lily con su turbante; Alberto Sanjuán, el único sospechoso habitual, y Teresa Rodríguez y Kichi, los elementos más a la izquierda del Pecos y de Podemos. Entre tanto lugar común, una bandera arcoiris con la leyenda «¿Guerra? Pa mi coño» (agitada a veces por un señor con toda la barba).

Al final, Kichi y Teresa Rodríguez, con sus pendientes de calcular espaguetis, hablaron de geopolítica. Con el mismo rigor podían haberlo hecho del bosón de Higgs (para bolsón, el que llevaba Teresa, como de cartero). La gente entonó «La canción del pueblo» de «Los Miserables», que ha desbancado en estos actos a La Internacional (se la saben). Muchos aplausos. Normales y de los de cinco lobitos. No apareceron ni Pablo Iglesias, ni Alberto Garzón, ni Carmena, ni Bardem, ni Wyoming. La pequeña plaza estaba abarrotada de noes a la guerra. A la de 2015. Sea eso lo que sea. ¿Una patata?

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