Rajoy insta a los diputados del PSOE a que releven a Zapatero
Quizá fue la parte más sorprendente de su discurso. Casi al final, en las últimas palabras de su intervención inicial, el líder del PP exhortó a los diputados socialistas a que propicien un cambio de presidente del Gobierno. «Lamento que no les guste que les ... ponga delante de su responsabilidad», dijo luego Mariano Rajoy en el turno de réplica mirando a las bancadas del PSOE.
Después de dibujar el panorama sombrío de los datos económicos en España, concluyó que sólo había tres alternativas para salir de esta situación, cada cual más improbable: la rectificación por parte de Zapatero de su política económica; el ejercicio de la prerrogativa presidencial de convocar elecciones -«como estoy convencido de que usted no la va a ejercitar no la veo muy factible, aunque aquí hay una alternativa dispuesta a gobernar», dijo- y, por último, que «ustedes, que ganaron las elecciones, que tienen una mayoría legítima en esta cámara, que con esa mayoría y con ningún voto más, invistieron como presidente de gobierno al señor Zapatero, reconsideren su posición».
«Tienen que decidir»
Entre los rumores de los parlamentarios socialistas agregó que «son ustedes los que tienen que decidir. Verán lo que hacen, pero no duden de que si se empecinan en mantenella, iremos de mal en peor», convencido de que España «necesita ya un Gobierno en que se pueda confiar».
Rajoy lamentó en su intervención, después de escuchar al jefe del Ejecutivo, que «a veces pienso que no hablamos del mismo país», al tiempo que le reprochó que, una vez más, hubiera acudido a la Cámara con sus «buenos augurios» sobre el fin de la crisis. «Credibilidad» y «confianza» fueron los dos términos recurrentes de su discurso, jalonado con sus diputados puestos en pie. De testigo también estaba en la tribuna de invitados Esperanza Aguirre.
«No inspira confianza ni dentro ni fuera de España», «niega la realidad con afán de engañar», «España es un país serio, el Gobierno de su señoría, no», «la realidad no perdona el engaño» fueron algunas de las «perlas» que dedicó al jefe del Ejecutivo.
Rajoy puso sus condiciones al pacto que ayer le presentó Zapatero, y que pasan por dejar sin efecto la subida de impuestos, que eleve la reducción del gasto para el funcionamiento del Estado en 10.000 millones y disminuya un 25 por ciento los altos cargos, que vuelva a la Ley de Estabilidad Presupuestaria y que alivie la crisis de liquidez de los ayuntamientos con una línea ICO de 5.000 millones. «Si hiciera todo eso, aquí nos tiene y, si no, permita que otros lo hagan. Es preciso que las cosas cambien, pero quien lo impide es usted»
Con anterioridad, el líder del PP había recordado los más de cuatro millones de desempleados, los 400 autónomos que van al paro cada día, el déficit público del 11,4 por ciento y la «deuda oceánica» que «nos ha cargado en la espalda a nosotros, a nuestros hijos y aún a los hijos de nuestros hijos».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete