El PSOE vota una de cada seis veces con ERC y casi una de cada cuatro con Bildu

En concreto, y según el estudio realizado por ABC a partir de los datos de la Cámara Baja , los socialistas unieron fuerzas con los herederos del brazo político de ETA en el 37 por ciento de las decisiones del hemiciclo -casi cuatro de cada diez veces-. Un porcentaje que se eleva hasta el 59 por ciento si el escrutinio se centra sobre las coincidencias mantenidas entre el PSOE y ERC.

La colaboración del independentismo es más estrecha con el otro socio de la coalición, Unidas Podemos. El partido morado votó el 41 por ciento de las veces de la mano de Bildu y lo hizo tanto como el 62 por ciento junto a ERC . El total de votaciones celebradas en el pleno desde que este Gobierno echó a andar ascendió a 1.595 en 2020 repartidas entre 50 sesiones.

Frente a las citadas cifras, el bloque conservador presenta menos cohesión. Los populares y Vox coincidieron menos, en un 34 por ciento de las ocasiones, y la sincronía entre el partido de Pablo Casado y Ciudadanos , se mantiene fuerte, pero se recorta rápidamente. Paralelamente, Vox y el partido de Inés Arrimadas estuvieron compenetrados en menos de tres cada diez veces.

El porcentaje de coincidencia entre PP y Vox tiene mucho que ver con que el grupo que preside Santiago Abascal decidió no votar en el grueso de dos importantes sesiones plenarias de la Cámara Baja, donde se debatieron cientos de propuestas.

Una de ellas fue la que decidió las medidas a incluir en el dictamen de la Comisión para la Reconstrucción , pero Vox prefirió quedarse al margen participando solo en una de las 337 votaciones . La otra sesión fue una de las que albergó buena parte del proyecto de Presupuestos y el grupo de Abascal solo se posicionó en 23 de las 476 votaciones . El PP, sin embargo, votó en todos los puntos.

En cuanto al análisis de estos grupos de forma cruzada, cabe señalar que frente a la demonización de Vox que hace el PSOE, ambos votaron juntos en el 25 por ciento de las ocasiones. Una tasa superior al 18 por ciento en que PP y Bildu tuvieron la misma opinión, en parte, por cuestiones que gozaron de amplio consenso como, por ejemplo, los convenios internacionales. En cuanto a ERC , los populares tuvieron la misma posición en el 21 por ciento de las ocasiones. De nuevo una coincidencia inferior a la que tuvieron los socialistas con Vox.

El grupo de Abascal aún coincidió menos que el PP con los independentistas en parte, de nuevo, por el elevado número de votaciones en las que no participó. Su sincronía con Bildu se quedó en el 8 por ciento y con los republicanos catalanes en el 12 .

Otro de los mantras del PSOE es acusar al PP de ejercer una oposición desleal, indigna de un partido de Estado. Sin embargo, los datos de las votaciones reflejan que sigue existiendo un nicho de coincidencia entre ambo s, fundamentalmente, en cuestiones referidas al funcionamiento del Estado.

Así, con los puentes rotos entre ambos líderes y la bronca convertida en un elemento más del paisaje parlamentario, populares y socialistas acabaron uniendo fuerzas en el 42 por ciento de las ocasiones. Esta cifra también respalda la idea de que, pese a sus profundas diferencias políticas, el PSOE tiene más en común con el PP que con Bildu.

Una tesis que defienden los socialistas históricos cada vez que Sánchez recurre al partido de Arnaldo Otegi para sacar adelante sus proyectos clave. No en vano, la coincidencia con los populares, en plena guerra, es superior a la que el PSOE logra con Bildu vía cesiones.

Es más, la sincronía entre populares y socialistas es ahora mayor a la que existió en 2018, último ejercicio sin elecciones generales y año en el que Sánchez ejerció como líder de la oposición durante seis meses antes de alcanzar La Moncloa. Casado marcó el paso del Grupo Popular en los últimos cuatro meses del año y los dos grandes partidos solo lograron compenetrarse en tres de cada diez votaciones . Hoy lo hacen en cuatro de cada diez.

Las votaciones también testan la salud de la coalición de Gobierno en la práctica, más allá de sus brechas dialécticas. PSOE y Podemos votaron juntos en el 91 por ciento de las decisiones que afrontó el hemiciclo. Un porcentaje muy superior al que experimentaron en 2018, cuando su sincronía rozaba el 60 por ciento.

Tras Podemos, el socio más leal de Sánchez es el PNV. Las acusaciones de «muleta» o de «cambio de chaqueta» se centran siempre en Cs, pero el PNV pendula aún más. El Grupo Vasco tuvo una sincronía del 75 por ciento con el PSOE en 2020, tras el 40 por ciento en 2018. En aquel año, su coincidencia fuerte era con el PP y alcanzaba el 71 por ciento frente al 33 por ciento de hoy.