El PSOE tiene en su mano salvar a Iglesias de comparecer por la presunta corrupción

«Es bueno»

A la espera de que la Cámara Baja decida hoy, el debate elevó la tensión existente entre el bando morado y el sector socialista representado por las vicepresidentas primera, Carmen Calvo, y tercera, Nadia Calviño, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. Ésta fue preguntada ayer en la Cadena Ser por la comparecencia de Iglesias y la apoyó abiertamente al considerar que «la transparencia siempre es buena y el control parlamentario siempre es positivo».

La frase no pareció sentar nada bien a la ministra de Igualdad y número dos de Unidas Podemos, Irene Montero, que se negó a valorar en público la reflexión de su compañera de Gobierno. «Se lo diré a ella en privado, o al presidente, según corresponda», zanjó.

Robles no fue la única en poner distancia con el escándalo destapado dentro de Unidas Podemos y la petición de explicaciones a Iglesias. «Es verdad que hemos de distinguir los espacios de gobierno de los espacios partido», sostuvo en París, según Ep, dejando la puerta abierta a que el PSOE se abstenga hoy durante la votación sobre la comparecencia de Iglesias, lo que permitiría al PP y Cs sacarla adelante. No obstante, parece difícil que esta pueda ser la posición final. Calvo no quiso anticipar qué votarán los socialistas hoy pero la presión de Podemos sobre su socio fue a más durante el día y todo apunta a que terminarán votando en contra para no perjudicar la cada vez más difícil relación en el seno de la coalición. El PSOE tendrá que elegir hoy entre permitir la comparecencia de Iglesias y enviar el mensaje de que no protege la corrupción, o salir en auxilio de su socio para salvar la convivencia interna. Fuentes socialistas se inclinaban ayer por esta última posibilidad e interpretaban las palabras de Calvo como «puro atrezo».

«No es de recibo»

Quien sí rechazó abiertamente las explicaciones de Iglesias en sede parlamentaria fue el secretario de Organización de Podemos, Alberto Rodríguez. Este dirigente se refugió en que la imputación esta basada en «rumores» y que la comparecencia solicitada por PP y Ciudadanos solo persigue sentar a Iglesias en el Congreso para que «todo el mundo dispare su munición» contra él, aseguró en Telecinco.

Según Rodríguez, las explicaciones del líder morado no contribuirían a despejar las acusaciones que pesan sobre la formación sino a hacerle «un roto mediático» y a colocar el debate político durante «semanas» sobre «cosas que son absolutamente falsas». «No nos parece de recibo», rechazó.

Corrupción en el Gobierno

El PP, mientras tanto, también elevó la presión política sobre el Gobierno. La nueva portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, advirtió al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, que si el PSOE impide la comparecencia de Iglesias estará ratificando que «la corrupción está dentro de su gobierno» y demostrará que la bandera de la regeneracón que desplegó para sacar a Mariano Rajoy de La Moncloa no era más que un señuelo.

«Registramos una Comisión de investigación sobre la financiación ilegal de Podemos. Sánchez debería apoyarla siguiendo su propia vara de medir con la que llegó al poder, que le obligaría a cesar a su vicepresidente. Si no, será responsable de un escándalo que afecta a su Gobierno», advirtió, por su parte, el líder de los populares, Pablo Casado , en Twitter.