El PSOE espera un golpe de efecto de Sánchez sin descartar que siga Gabilondo

Pero lo cierto es que en la cúpula socialista también han llegado los análisis, a través de experimentados dirigentes, que ven como la opción más factible que haya cita con las urnas. El PSOE es el instigador de una operación que pretende sembrar de dudas la derecha pero cuyas repercusiones también les han sorprendido.

Pero la decisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid sorprendió porque, tanto en Cs como en el PSOE, pensaban que Díaz Ayuso no se atrevería a convocar elecciones ante la posibilidad de que una nueva cita con las urnas pueda hacer peligrar su mayoría para gobernar. A partir de aquí los socialistas se encuentran en un escenario complejo.

Fuentes de la cúpula socialista reivindicaban ayer al actual portavoz socialista cuando se preguntaba por el horizonte electoral: «Gabilondo para todo» . A su vez, en La Moncloa no se descarta nada, cuestionados sobre su posible repetición como candidato. La consigna, no obstante, es esperar a que se aclare la cuestión judicial.

En el PSOE madrileño, la habitual resignación por las imposiciones de los candidatos por parte de la dirección federal, se torna ahora en normalidad y expectación. «Veremos qué quiere hacer Pedro» , plantea un dirigente del socialismo madrileño. «En 2023 no iba a ser candidato, pero ahora... no es imposible». Ninguna de las fuentes consultadas se atreve a manifestar certezas: «Desde luego no descartamos que desde Moncloa se quiera intentar un golpe de efecto », dice un alcalde socialista.

El propio Gabilondo no descartó ayer que él pueda ser el candidato. Algo que ya es un paso teniendo en cuenta que era un perfil claramente de salida. Era el elegido para ser el próximo Defensor del Pueblo en virtud de un acuerdo PSOE-PP que finalmente se frustró. Los socialistas se planteaban un portavoz hasta el fin de la legislatura, seguramente José Cepeda, y buscar tranquilos un candidato para las elecciones de 2023.

El PSOE va a celebrar su Congreso Federal el próximo mes de octubre. A continuación se tendrán que celebrar los congresos regionales. El actual líder -Gabilondo no tiene rango orgánico- es José Manuel Franco . Hombre de confianza para Ferraz y actual delegado de Gobierno. Pero su perfil no es el de un candidato. Y ese momento era idóneo para renovar el partido en Madrid con un rostro que tuviese tiempo hasta 2023 para prepararse frente a Ayuso. Pero ahora el panorama cambia radicalmente. Y Gabilondo, cuya gestión como líder de la oposición era muy cuestionada, es percibido como un buen candidato. «Alguien que funcione desde ya» , defendía ayer un dirigente socialista que recordaba que Gabilondo «ya ha ganado a Ayuso» en las pasadas elecciones, cuando la lista socialista que él encabezaba fue la más votada. En el PSOE consideran que su perfil hace menos efectivo el discurso de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Aunque hay quienes recelan de un perfil que se evidenciaba fuera de foco y con sondeos que no apuntaban a que pudiera mejorar resultados. Para este objetivo el nombre más codiciado es el de la ministra de Defensa Margarita Robles . En menor medida siempre ha sonado para volver a la política regional la ministra de Industria, Reyes Maroto. La otra favorita es Pilar Llop , presidenta del Senado y diputada regional ahora mismo. Dentro del grupo en la Asamblea es la que más gusta. Su nombre era el más probable en un escenario normalizado. Pero todo ha saltado por los aires. En Ferraz negaban ayer que se haya ofrecido la candidatura a Llop y que ésta lo haya rechazado. Y hay quien apunta a otro ministro, Fernando Grande-Marlaska , como posible opción.

Salvo una sorpresa de mayor calado, en una operación similar a la de Pepu Hernández que resultó un fiasco o la vieja aspiración de contar con Manuela Carmena, el candidato debería salir de esos nombres. Precisamente Manuela Carmena se reunió ayer con Íñigo Errejón en el Congreso.

Los socialistas madrileños hacen cábalas sobre los posibles resultados electorales. La mayoría absoluta que ayer decía perseguir Díaz Ayuso les parece una fantasía inalcanzable demoscópicamente. Es más, las encuestas que manejan apuntan a una fuerte subida del PP, pero también del PSOE, como los dos principales partidos; y también un alza de Vox (a cuyo frente seguirá Rocío Monasterio), junto a la caída de Ciudadanos.

Al incrementarse el número de diputados a elegir en Madrid, que pasan a ser 136, la mayoría absoluta se sitúa en la cifra de 69 escaños, un número con muchas referencias que generaba bromas entre los diputados, pendientes de qué combinación de partidos conseguirá alcanzarlo.

En el PSOE regional también creen que Más Madrid caerá , porque «es un proyecto bastante disuelto ya, desde la salida de Carmena». Unidas Podemos podría mantenerse en los mínimos actuales, lo que dejaría a los dos bloques ideológicos divididos casi a la mitad.

Si los tribunales permiten continuar con las mociones de censura, los socialistas madrileños defienden una sola opción: «Ángel Gabilondo o Ángel Gabilondo»; ni contemplan la posibilidad de que un político de otro partido presidiera un hipotético gobierno que saliera de dicha moción.

Si se va a elecciones anticipadas, históricos socialistas en Madrid apuntaban a un candidato « que tenga ya conocimiento público ; tiene que ser alguien sobradamente conocido», porque va a ser «una campaña exprés y no da tiempo a dar a conocer a nadie». Gabilondo daría ese perfil porque «ya tiene la mili hecha». Pero también se mira hacia el banquillo de ministros.