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Las primarias, una mentira piadosa

Se trata de un intento por imponer una regulación abusiva, y ajeno a la libertad de elección con el que cada partido quiera estructurarse y funcionar

Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en 2015 EFE
Manuel Marín

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La iniciativa de PSOE, Podemos y Ciudadanos en el Congreso para alterar las normas que regulan el funcionamiento de los partidos y su financiación choca con un doble problema de imposición: política, para instaurar las primarias como método de elección de sus candidatos, y económica, ... en la medida en que esos procesos internos se financiarán con dinero público y no con las cuotas de los afiliados. Sin embargo, los partidos son entidades cuyas reglas internas deben estar sometidas a un evidente criterio de autonomía e independencia siempre que sea avalada por sus militantes porque, es de suponer, esa militancia es voluntaria. Se trata de un intento por imponer una regulación abusiva, y ajeno a la libertad de elección con el que cada partido quiera estructurarse y funcionar, en el legítimo ejercicio de su actividad política. Intervencionismo radical sobre la base de una corrección política artificial e innecesaria. Hay democracia real, o puede haberla sin dificultad, más allá de las primarias.

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