El PP pide apartar a la juez del caso de los ordenadores de Bárcenas por supuestos vínculos con el PSOE

Esta magistrada envió a juicio el pasado 26 de julio al PP; a la actual tesorera y gerente, Carmen Navarro ; al asesor jurídico del partido Alberto Durán y al director del sistema de información José Manuel Moreno, por haber destruido los ordenadores de Bárcenas, que eran relevantes para la investigación en la Audiencia Nacional sobre la contabilidad opaca en el seno del partido.

El PP desvela varios hechos que, según su visión, «ponen de manifiesto una relación más que evidente» de la juez con el PSOE, «el principal adversario político del Partido Popular». Estas circunstancias, argumenta la formación política, dañan la apariencia de imparcialidad que el Tribunal Supremo exige a un juez, en virtud del derecho a un juez justo y con todas las garantías.

Las razones principales que sustentan la petición del PP son dos. En primer lugar, alegan que Rosa Freire fue propuesta para sustituir al a ntiguo titular del juzgado central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez , por un exparlamentario del PSOE, el vocal del CGPJ Álvaro Cuesta Martínez, a quien califican de «significadísimo miembro del PSOE».

Además, el PP expresa que la magistrada del caso de los ordenadores de Bárcenas fue «designada por el Grupo Parlamentario Socialista para intervenir como ponente en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados en la que se debatía la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal». Esta intervención, continúa el escrito, «fue extraordinariamente crítica con el proyecto de reforma del Partido Popular».

En esta causa, el extesorero del PP Luis Bárcenas acaba de retirar su acusación contra el PP por motivos económicos. Esta decisión, sin embargo, no impide que el proceso avance, dado que hay otras acusaciones personadas, como la de Izquierda Unida. La magistrada concluyó, cuando cerró la investigación, que el jefe de los servicios jurídicos del PP, Durán, ordenó destruir los ordenadores del extesorero por el método «más drástico, el de sobreescritura de 35 pasadas y de rallado hasta su destrucción física».