El PP confirma que no apoyará el decreto ley y exige reformas

El Grupo Catalán de CiU, que será clave para la convalidación del decreto ley, se opone sobre todo a la congelación de pensiones y al recorte en la industria farmacéutica, que afecta directamente a Cataluña, pero fuentes parlamentarias de esta formación señalaron que actuarán con responsabilidad, y por tanto se les hace muy complicado votar en contra de un ajuste de gasto público que ven necesario. Eso sí, su portavoz parlamentario, Josep Antoni Duran Lleida, pidió reformas estructurales que complementen las medidas de ajuste.

Ayer, en el Pleno, el diputado Josep Sánchez Llibre dio un toque de atención serio al Gobierno, por los mensajes contradictorios sobre la subida de impuestos que se han escuchado en los últimos días. Exigió «seriedad y rigor» en las medidas para reducir el déficit público, y advirtió que su grupo no está por la labor de «anuncios publicitarios de ricos y pobres, de izquierdas y derechas», en referencia al anuncio de Zapatero de subir impuestos «a los que más tienen», sin decir quiénes son. Sánchez Llibre acusó al Gobierno de haber provocado esta situación por los despilfarros de sus promesas electorales, como el de los 400 euros, que produjeron un agujero, dijo, de unos 12.000 millones de euros.

Pagar los platos rotos

El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, anunció anoche que su partido «no va a apoyar las medidas» aprobadas en el Consejo de Ministros, «porque los ciudadanos no tienen por qué pagar los errores de este Gobierno». A su juicio, el Ejecutivo ha dado «bandazos, palos de ciego, idas y venidas, y ahora los ciudadanos tienen que pagar los platos rotos». «Éste es el certificado de defunción de una política económica que comenzó negando la crisis», añadió. Montoro, que exigió reformas como la laboral o la bancaria, no aclaró si el voto final del PP será el «no» o la abstención, pero sí dejó claro que tras incluir la congelación de las pensiones en el decreto ley, se van decantando por el rechazo.

Quien tiene ya claro su rechazo frontal es la izquierda parlamentaria. Desde IU-ICV se exige un recorte de 2.500 millones en el gasto militar, así como en la financiación de la Iglesia Católica, y también más impuestos «para los ricos». El BNG no se queda atrás. Su portavoz, Francisco Jorquera, acusó a Zapatero de haber sucumbido «a los dictados del Fondo Monetario Internacional».

Por el PNV, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, afirmó que su partido analizará «con sumo detalle» el contenido del decreto ley y evitó adelantar el sentido de su voto, informa Ep. «No han de pagar quienes han hecho los deberes que, hasta ahora, han sido las instituciones vascas, y no han de pagar tampoco las clases más desfavorecidas», aseveró. Para el portavoz de ERC, Joan Ridao, el decreto-ley «pone todo el peso de la crisis en los sectores más débiles, en los pensionistas y en los dependientes».