El PP aprovechará la moción de censura para marcar su espacio y distanciarse de Vox

Pablo Casado mide sus tiempos. Previsiblemente, no desvelará la posición final de su partido, que se debate entre el «no» y la «abstención», hasta el último momento, quizás hasta el mismo jueves por la mañana, que es cuando le corresponde subir a la tribuna al Grupo Popular. El líder del PP no quiere que el debate previo se centre en la posición de su partido. Fuentes de Génova señalan que es probable que sea Casado quien defienda la posición del PP en el Pleno, como le están pidiendo desde el Grupo Popular.

La realidad es que al líder del PP no le gusta nada este debate. Está incómodo desde que Abascal desveló sus propósitos. Primero, porque una vez más se visualiza la polarización entre el PSOE y Vox , lo que deja al PP fuera de juego. Y segundo porque vote lo que vote, puede volverse en su contra.

El hecho de no apoyar la censura será utilizado sin ninguna duda por Vox. El PP intentará neutralizar esa posibilidad con un discurso que irá dirigido contra Sánchez , pero también contra el partido de Abascal.

Fuentes de la dirección nacional señalan que será una buena ocasión para que el PP marque distancias con el partido que está situado a su derecha, para demostrar que la «centralidad» y la moderación de los populares no son meras palabras, sino hechos, y que la radicalidad es cosa de otros.

Además, subrayará de forma especial que es una moción de censura que no tiene ninguna posibilidad de salir adelante, porque no da la suma de votos de ninguna de las maneras. Y por tanto su efecto será contrario al que persigue: fortalecerá al presidente que se queda, y que verá revalidada de alguna manera la confianza del Parlamento en un momento en el que, según el PP, está «acorralado». «Vox está dando oxígeno a un presidente débil», advierten los populares.

La cuestión, entonces, será si el Grupo Popular vota «no» a la moción de censura, y a la candidatura de Abascal , o se abstiene. Como Génova no se ha pronunciado de forma oficial, el debate interno fluye a sus anchas y hay respuestas para todos los gustos. En el PP miran lo que ocurrió con la moción de censura que presentó Pablo Iglesias en 2017 contra Mariano Rajoy. El PSOE se abstuvo, y el PP, en el poder, solo contó con el voto de sus aliados en ese momento. Todo el mundo entendió que los socialistas optaran por esa posición.

Los populares son conscientes de que la votación será crucial para ellos, y puede perseguirles el resto de la legislatura. Un «no» a la moción, posición que defiende Aznar , les situaría en el mismo sentido del voto que la izquierda. La «abstención» es una posición más tibia, que sería compensada con un discurso fuerte. Es la posición mayoritaria defendida entre los diputados del PP.