Un día de Pablo Ibar en el Corredor

El español, que lleva encerrado 14 años, se pasa la mayor parte del tiempo encerrado en una celda de 6 metros cuadrados

MARK WIETING

Todos los días en Raiford son iguales: muy lentos y aburridos. Pablo Ibar se pasa la mayor parte del tiempo encerrado en una celda de 6 metros cuadrados. Solo le permiten salir al patio de la cárcel dos días a la semana, un ... privilegio que apenas dura 3 horas cada vez que lo realiza.

«Esa es mi vida, no hay nada para hacer aquí dentro»

A los presos del corredor solo les dejan ducharse 3 veces a la semana, 10 minutos como máximo. La mayor parte de su tiempo está destinado a leer libros, hacer ejercicios, oír música, trabajar en su caso y contestar las cartas que le llegan desde España. «Esa es mi vida, no hay nada para hacer aquí dentro», dice un resignado Pablo que a veces es feliz cuando puede jugar una simple partida de ajedrez con su compañero de planta.

El mejor momento de la semana es el sábado. Ese día, se rompe su monotonía con la visita de su mujer Tanya y su suegra Alvin . No fallan a la cita para darle ánimos desde que fue condenado a muerte.

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