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La onda expansiva del «procés» llega a Bélgica

El desplazamiento a Bruselas de Puigdemont después de que un miembro del ejecutivo le ofreciera asilo político no ha sentado nada bien al Gobierno federal belga

Una foto de Puigdemont, ayer, a través de la ventana de un despacho de la Generalitat JAIME GARCÍA
Enrique Serbeto

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Con la entrada de Carles Puigdemont y sus seguidores al país, la coalición de Gobierno belga puede ser la primera víctima exterior de la crisis constitucional en Cataluña. Antes de la inesperada llegada del ex presidente de la Generalidad, el primer ministro Charles Michel ... (liberal) ya tuvo que pedir el domingo a su secretario de Estado de migración, Theo Francken (independentista flamenco) que «no eche más leña al fuego» de la polémica ya que aquel había declarado que no excluía concederle asilo político.

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