«Nunca negamos la crisis»
Hasta los leones de la escalinata del Congreso debieron de dar un respingo ayer cuando el vicepresidente Pedro Solbes se levantó despacio de su escaño y, sin temblarle la voz, con ese tono de profesor que ya está de vuelta de todo, con una calma ... y paciencia infinitas, miró al tendido del PP y aseguró: «Nosotros no hemos negado nunca la crisis».
A alguno se le cayó el teléfono móvil de las manos. La carcajada de los diputados populares resonó como un trueno en un hemiciclo semivacío y adormecido, con unos parlamentarios que no acaban de acostumbrarse al nuevo horario impuesto por el presidente del Congreso, José Bono, y que les obliga a estar a las 9 de la mañana en su escaño.
Solbes, impertérrito, no se dejó impresionar por las risas del PP, y añadió: «La hemos reconocido cuando se ha producido», una afirmación que provocó nuevas risas y protestas entre la oposición. Hay que recordar que en la pasada campaña electoral, el PSOE llamaba «antipatriota» a Mariano Rajoy por hablar de la situación crítica en la economía. En el Pleno extraordinario del 2 de julio, el presidente Zapatero negaba la existencia de una crisis, y en su Gobierno se utilizaba toda clase de eufemismos para evitar pronunciar la palabra maldita. Pero aún en el Pleno del 10 de septiembre, el presidente del Gobierno, que reconoció ya la gravedad de la situación, siguió sin emplear ese término.
En la sesión de control de ayer, el diputado del PP Ramón Aguirre preguntó a Solbes cómo valora la importante subida de la morosidad en España y le reprochó que el Gobierno haya estado negando la crisis durante meses. Solbes, tras afirmar que el Gobierno nunca ha negado la crisis, admitió que la morosidad ha aumentado de forma significativa. Ha pasado del 0,36 por ciento al 2 por ciento, según sus datos.
El diputado Aguirre completó esa información, y advirtió que la morosidad se situará en 2009 en el 6 por ciento. Es decir, está creciendo a un ritmo del 208 por ciento y se ha triplicado en el último mes. «Es una alarma roja absoluta de la situación de la economía», señaló. Dicho esto, acusó a Solbes de «no hacer nada» y de «estrangular la capacidad de los hogares españoles para responder a esta crisis». «Señor Solbes, por favor, ¡despiértese y haga algo!», imploró a gritos. Pero Solbes ni se inmutó. «Yo no sé por qué tienen ustedes esa impresión de que diciendo las cosas más fuerte tienen más razón», respondió despacio, mirando por encima de las gafas. Le faltó poner un punto negativo a su «alumno» rebelde. Sólo tuvo tiempo ya de añadir que «evidentemente, la morosidad es un tema preocupante».
La crispación de De la Vega
Poco antes, la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, preguntó a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, qué piensa hacer el Ejecutivo para atajar la crisis y le pidió unos Presupuestos rigurosos y equilibrados. La respuesta de De la Vega, muy crispada, fue desproporcionada: «Ni su pugilismo de salón ni su pirotecnia verbal van a aportar nada». Y luego añadió: «Ustedes necesitan una inyección que les vacune contra esa retórica xenófoba e insolidaria, antisocial, de la que hacen gala».
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