Los nacionalistas se reagrupan para recibir con una huelga general al gobierno de López
El nacionalismo vasco inicio ayer su estrategia de acoso al gobierno que formará Patxi López en el País Vasco con el apoyo del PP. Al día siguiente de hacerse público el contenido del acuerdo de socialistas y populares, cuando ni siquiera se ha constituido el ... Parlamento vasco resultante de las elecciones del pasado uno de marzo, los sindicatos nacionalistas anunciaron la convocatoria de una huelga general para el próximo 21 de mayo. Han calculado que para entonces el nuevo ejecutivo llevará trabajando unos quince días.
El PNV ya había anunciado que no pensaba dar «ni aire» al gobierno de Patxi López, pero la convocatoria realizada ayer por los sindicatos nacionalistas ha sido acogida con sorpresa, entre otras cosas, porque en los últimos tiempos los dos sindicatos mayoritarios del ámbito nacionalista, ELA (dominado por el PNV) y LAB (controlado por la «izquierda abertzale»), no compartían iniciativas.
Aunque los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide, afirmaron ayer que la adscripción política del nuevo gobierno no ha tenido nada que ver con la convocatoria, cuyo objetivo, según aseguraron, es denunciar «la destrucción de empleo», el hecho de que ni siquiera hubieran contactado previamente con UGT y CC.OO. aclara el origen de la convocatoria, denunciado abiertamente por la patronal vasca.
Huelga extralaboral
Confebask calificó de «huelga extralaboral y anacrónica» la convocada ayer y mostró su «asombro» por la respuesta «irresponsable» de ELA y LAB ante una situación que denominó de emergencia mundial. En opinión de la patronal vasca, la huelga «manipula a los trabajadores, tratando de arrastrarles al servicio de intereses ajenos». «No son motivos laborales, sino de conveniencia y alcance extralaboral los que dan lugar a una huelga que se inscribe en la estrategia del conflicto y la confrontación», señaló ayer Confebask en un comunicado.
La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, señaló que la huelga no incumbe al Ejecutivo en funciones, porque cuando se celebre, «habrá otro gobierno», mientras que los empresarios recordaban que «en el resto del mundo los gobiernos, las instituciones y el conjunto de los agentes económicos y sociales están tratando de aunar esfuerzos para superar una de las crisis más graves de los últimos tiempos».
Aunque Confebask mantiene muy buenas relaciones con el PNV, las críticas de la patronal vasca a la ofensiva sindical nacionalista fueron muy duras, aunque no compartidas por otras asociaciones patronales.
Los convocantes, ELA y LAB, a los que se han unido el sindicato de la enseñanza STEE-EILAS, el agrario EHNE y el de transportes HIRU, constituyen la mayoría sindical en el País Vasco. Desde el sindicalismo no nacionalista, CCOO calificó la huelga de «excluyente» y consideró, coincidiendo con la patronal vasca, que no conduce a nada, mientras que UGT se reservaba su análisis.
El PSE también calificó la convocatoria de «sorprendente», después de que Patxi López anunciara desde el primer momento que el gobierno que forme convocará con carácter urgente a empresarios y sindicatos para realizar un plan de choque contra la crisis.
El secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, dijo que los sindicatos nacionalistas se suman a la actitud del PNV de «no dar ni aire» al próximo ejecutivo de Patxi López y les pidió altura de miras. Opinó, además, que deberían haber esperado a que el nuevo gobierno pusiera encima de la mesa las medidas contra la crisis.
Foto Basagoiti-López
Al margen del frente sindical abierto ayer, desde el Ejecutivo vasco y desde el PNV se siguió descalificando el acuerdo de populares y socialistas para la formación de un gobierno de cambio en el País Vasco, que será firmado hoy en el Parlamento de Vitoria por los miembros de las comisiones negociadoras. Por el momento no habrá foto Basagoiti-López.
La portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, calificó el acuerdo de «carta fundacional de un ejecutivo frentista» y señaló que es de agradecer lo clarificador del documento. «El texto lo dice todo y más de una persona que de buena fe votó al PSE hubiese agradecido mucho tener el texto antes del uno de marzo. La foto frentista que no se pudieron hacer en 2001 la van a conseguir esta vez», señaló Azkarate.
El presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, mantuvo un discurso similar al de la portavoz del Gobierno, afirmando que «la ciudadanía vasca no ha votado el cambio político». Egibar supuso que «Jaime Mayor Oreja será el primero en venir a felicitar a Patxi López o pasar por Ajuria Enea».
Egibar dijo que el entendimiento entre el PSE y el PP, en el que en su opinión, los socialistas han asumido los referentes de los populares, «tiene vocación para cuatro años» o más, porque ambos partidos «tienen interés en controlar» el País Vasco. Según Egibar, el acuerdo responde a «un objetivo de Estado de asimilar Euskadi a España».
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