Juan Carlos I, sobre Suárez: «A medida que ganaba elecciones me hacía menos caso. Hacía de jefe de Estado»
En los años en los que el general Manglano fue director de la inteligencia, el Rey compartió con él muchas reflexiones, secretos y valoraciones sobre sus cuatro primeros presidentes del Gobierno. Así consta en ‘El jefe de los espías’, la biografía del director del Cesid escrita a partir de su archivo personal
En La Zarzuela preocupaba la posición de Adolfo Suárez, el presidente del Gobierno que el Rey eligió para pilotar el proceso de la Transición, que después ganó las elecciones de 1977 y 1979 y que acabó dimitiendo a finales de enero de 1981. A comienzos ... de ese año algo se rompió en la relación de confianza entre el Monarca y el ya expresidente del Gobierno. Según le confesó Don Juan Carlos el 27 de mayo de ese año al director del Cesid, Emilio Alonso Manglano, «a medida que ganaba elecciones (77 y después 79), me hacía menos caso». Después de seis años como Rey, Don Juan Carlos estaba cómodo en su papel de jefe del Estado, de símbolo de la unidad del país y de primer representante de todos los españoles. El que parecía no estar satisfecho con su posición de presidente del Gobierno era Adolfo Suárez, al que le daba la sensación de que el cargo se le iba poco a poco quedando pequeño: «Hacía de jefe de Estado» , le confesó a modo de lamento el Rey a Manglano, que lo anotó todo en un cuaderno de anillas color azul. «Nada de puntualidad . Llegaba siempre tarde -le dijo el Rey antes de relatar una anécdota reveladora de la actitud de Suárez en esos momentos-. Un día me llamó por teléfono: ‘Estoy con los diputados vascos. Me piden que aplace la audiencia ’».
Tal vez la primera vez que Suárez impuso su criterio fue en la Semana Santa de 1977, el Sábado Santo Rojo, en el que decidió legalizar al Partido Comunista de España. Lo cierto es que la decisión fue un éxito audaz, pero se asumió un riesgo. Precisamente es 1981, después de la asonada militar del 23-F, el momento más oportuno para recordarlo, pues desde la legalización del PCE el ruido de sables había sido una marejada de fondo. Don Juan Carlos relató a Manglano cómo vivió aquel proceso a comienzos de 1977: « Llama al Consejo Superior del Ejército y prepáralos para la legalización », aconsejó el Rey al presidente del Gobierno.
-Suárez no quiso -comentó el monarca a Manglano.
Si de algo sabía entonces Don Juan Carlos era de las dificultades que acarreaba destituir a un presidente del Gobierno. Ya le sucedió en su etapa preconstitucional , cuando no había manera de hacer entender a Carlos Arias Navarro, el presidente del Gobierno que dejó Franco, que su tiempo había pasado y que debía apartarse. Tras muchas noches de insomnio en la Zarzuela, Arias acabó entendiendo las indirectas del Rey y permitiendo así que Don Juan Carlos designara a su candidato a presidente: Adolfo Suárez.
Por fortuna, cinco años después un Suárez acosado por la oposición, que había superado una atroz moción de censura impulsada por Felipe González pero que perdía apoyo social a borbotones, entendió el malestar del Rey y se lo hizo saber. «Me iré al primer gesto de Vuestra Majestad», le dijo Suárez al Rey, según este le reveló a Manglano. Y así fue. El 29 de enero de 1981 Televisión Española había interrumpido su emisión para ofrecer una declaración del presidente en la que anunció su dimisión como presidente del Gobierno y como presidente de UCD: «Mi marcha es más beneficiosa para España que mi permanencia en la presidencia. Me voy, pues, sin que nadie me lo haya pedido».
El archivo de Manglano arroja detalles muy interesantes sobre este episodio. El distanciamiento entre el Rey y Suárez en los últimos años fue un síntoma de que había un problema, y Emilio Alonso Manglano debía contribuir a resolverlo. Pero había una segunda derivada: ¿quién debía ser el sucesor de Suárez en la UCD y quién el candidato de esta coalición a la Presidencia del Gobierno en las siguientes elecciones? Son dos cuestiones importantes, pues el Partido Socialista de Felipe González estaba lanzado y era una incógnita cómo se iba a comportar la izquierda si llegaba a la Moncloa cuarenta años después de la II República. Y había una clave política más: además de abandonar la UCD, ¿abandonaba también Adolfo Suárez la política?
La crisis por la sucesión de Suárez generó una enorme inestabilidad política a comienzos de los 80. El Rey era consciente de las dificultades que la estrategia de Suárez estaba generando al nuevo Gobierno, y de las complicaciones que acompañaban a su ambición política, nunca suficientemente colmada. Pero tenía un plan que tal vez pudiera frenarlo: « Estoy dispuesto a neutralizar a Suárez ». El jefe del Estado reveló al líder del espionaje el punto débil del expresidente. Así de claro se lo había expresado al Rey: «Si me hacen duque, no me meteré en política». Y así fue: el 25 de febrero de 1981 don Juan Carlos le concedió el ducado a Suárez. Pero el expresidente no abandonó la política: tras salir del Gobierno acabó saliendo de la UCD pero montó un nuevo partido, el Centro Democrático y Social (CDS).
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