La maldición del CNI con el PSOE: un jefe de los espías fulminado con cada presidente socialista

El primer gran escándalo que terminó con la dimisión de un director de este organismo, denominado entonces Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), tiene ciertas similitudes con el que ayer le costó el puesto a la última, Paz Esteban . El protagonista fue el padre del espionaje moderno en España, el general Emilio Alonso Manglano, que tuvo que sentarse dos veces en el banquillo de los acusados tras conocerse que el Cesid –creado en 1977 y rebautizado como CNI en 2002– había espiado a numerosos políticos, periodistas, empresarios y hasta al entonces Rey Juan Carlos I durante la década de los años 80.

Manglano dimitió por este escándalo en 1995 tras catorce años dirigiendo 'La Casa', cargo para el que fue nombrado por el presidente Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD) tras el intento de golpe de estado del 23-F de 1981 y ratificado al año siguiente por el primer Gobierno de Felipe González, que lo mantuvo durante casi tres lustros. Este escándalo provocó también la dimisión de dos miembros del aquel Gobierno socialista, como el vicepresidente Narcís Serra y el ministro de Defensa, Julián García Vargas.

Cuatro años después, en 1999, Manglano y otro de los hombres fuertes del Cesid, el coronel Juan Alberto Perote, fueron condenados por la Audiencia Provincial de Madrid a seis meses de arresto y ocho años de inhabilitación por un delito de escuchas ilegales. El Tribunal Constitucional anuló en 2004 esa sentencia y ordenó repetir el juicio, en el que el primero resultó absuelto y Perote fue condenado sólo a cuatro meses de arresto. Emilio Alonso Manglano falleció en 2013.

La segunda dimisión de un director del ya renombrado como CNI se produjo con el segundo presidente socialista de la democracia, José Luis Rodríguez Zapatero. Tras dar la sorpresa electoral en 2004 tres días después de los atentados del 11-M, su primer ministro de Defensa, José Bono, puso al frente del Centro Nacional de Inteligencia a Alberto Saiz, que había formado parte de los Gobierno regionales de éste último en Castilla-La Mancha como director general de Medio Ambiente y consejero de Industria y Trabajo.

Pero Alberto Saiz duró apenas cinco años en el cargo, ya que tuvo que dimitir en 2009 por informaciones periodísticas que le culpaban de utilizar fondos públicos en media docena de viajes para cazar y pescar en destinos exóticos, como África o México. También se le acusó de trato de favor a familiares y amigos. Sólo dos meses después de ser renovado tras su primer mandato, Saiz dimitió y fue sustituido por Félix Sanz Roldán , hombre de confianza de la entonces nueva ministra de Defensa, la también socialista Carme Chacón.

Casi con el mismo margen de tiempo entre los dos casos anteriores, ayer se consumó el tercer cese o dimisión forzada de la máxima responsable del CNI, Paz Esteban. O «sustitución» , como intentó disimularla la actual titular de Defensa, Margarita Robles. La misma que era numero dos del Ministerio del Interior y directora de la Seguridad del Estado cuando cayó Manglano en 1995.

Así, de las once personas que han dirigido 'La Casa' en sus 45 años de historia, tres han dimitido por escándalos que les costaron el puesto. Todos ellos con Gobiernos del PSOE y cada menos de tres lustros para hacer bueno el dicho de que 'no hay dos sin tres'. La nueva directora de la agencia española de inteligencia, Esperanza Casteleiro , espera que no se cumpla esa otra expresión de que 'no hay quinto malo', al menos durante el año y medio que resta de legislatura. Más que nada porque significaría que ella es la cuarta fulminada al frente del CNI con un presidente socialista.