Unas negociaciones «largas, discretas y calladas» para la liberación de los cooperantes

Han sido casi nueve meses, 270 días, los que Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons han pasado secuestrados junto a la italiana Rossella Urru desde que fueran raptados al sur de Argelia el 22 de octubre del año pasado.

La actividad diplomática ha sido compleja, «una labor discreta y callada que en el fondo lo único que busca son resultados y remediar situaciones indeseadas», en palabras de Mendívil.

El modus operandi seguido en este rescate es muy parecido al seguido en la liberación de los tres cooperantes catalanes que fueron secuestrados en noviembre de 2009 . Una célula de Al Qaida en el Magreb Islámico los retuvo, medió Burkina Faso y, tras el pago de una cantidad de dinero, quedaron libres nueve meses después.

Ni entonces ni ahora el Gobierno español ha reconocido el pago de un rescate. Pero, según informa Luis de Vega , se habría satisfecho las exigencias de los captores, esto es, una cantidad de dinero y la liberación de un preso.

El mando militar burkinés que ha liderado la operación, el general Gilbert Diendiere , informó ayer de que la entrega de los dos españoles y la italiana ha sido el resultado de un intercambio por dos personas detenidas por su implicación en el rapto

Según fuentes consultadas por Europa Press, los grupos integristas suelen comenzar estas negociaciones exigiendo hasta diez millones de euros por cada uno de los secuestrados, cantidad que rebajan de forma considerable incluso a un millón de euros.

Las negociaciones con el Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental, una rama escindida de Al Qaida en el Magreb Islámico quedadaron durante un tiempo en suspenso por un conflicto entre el grupo yihadista el Gobierno de Bamako.