La incógnita Ábalos amarga un Congreso triunfal para Sánchez que ovaciona a Calvo

También aparecerá Susana Díaz, a quien el propio Sánchez le pidió que viniese, según aseguran personas de su confianza. Pero en este ambiente festivo hay dos elementos que proyectan incomodidad en el paseo militar que va a vivir este fin de semana. El primero es el de la financiación autonómica, puesto en primer término por los presidentes autonómicos. Y que Pedro Sánchez quiere aplacar. Juan Espadas, líder del PSOE andaluz , va a impulsar tras su designación como presidente del Consejo de Política Federal un debate para lograr una posición común dentro del PSOE sobre financiación autonómica. Un presidente regional, en cambio, descarta que pueda haber un consenso en este aspecto: «Nos es un problema ideológico, es un problema territorial».

Pero Espadas se propone abordar este debate y hacerlo en un nivel que no comprometa al Gobierno. Que el PSOE haga «un trabajo hacia dentro» que reconocen que hasta ahora «no hemos hecho». Bajar el nivel del debate y quitarle el rol de los presidentes. Su planteamiento coincide con la preferencia del Gobierno, que está molesto porque este debate se articule en frentes territoriales que no responden a una adscripción partidista. Hacienda mantiene su intención de presentar una propuesta sobre el criterio de población ajustada en el mes de noviembre.

La cumbre del próximo 2 de noviembre en Santiago convocada por Alberto Núñez Feijóo para fijar la posición de las comunidades más afectadas por el envejecimiento y la despoblación ha encrespado el debate. Algunas de las regiones que van a participar en el cónclave se han molestado porque la convocatoria pudiese interpretarse como un pulso a La Moncloa que ninguno quiere jugar. Ni La Rioja, Asturias o Extremadura van a participar en la cumbre si los planteamientos no se modulan. Castilla La Mancha es la más interesada en salvar la cumbre, pero reconoce que es necesario plasmarlo mejor. Como Aragón, que defiende que esta reunión. Entre este grupo de regiones ven casi imposible que se alcance una propuesta común.

Y el segundo es el tema tabú del Congreso: ¿qué ha pasado con José Luis Ábalos? Algo que, ayer mismo, personas de su confianza aseguraban que es algo que el aludido sigue sin saber responder. «Pedro se lo puede permitir pero con el aprecio que se tenía a Ábalos esto hubiera generado en el pasado un cisma en el partido», reconocía ayer con desasosiego un miembro de la Ejecutiva Federal saliente. Lo de Carmen Calvo es también difícil de digerir para muchos. Y su futuro una incógnita, una vez que no asumirá la presidencia del partido que algunos veían un buen lugar para ella. Pero su situación es muy distinta. La ex vicepresidenta del Gobierno recibió ayer la gran ovación del día durante un coloquio sobre feminismo que llevó a la ex vicepresidenta a no poder contener las lágrimas . Ábalos, sin embargo, no tiene programado ningún acto similar.

En principio será entrevistado por un miembro del equipo de comunicación del PSOE en un espacio por el que ayer pasó Pedro Sánchez. Pero estos actos no aparecen en agenda. En contraste, ayer fue muy relevante el destacado papel de la vicepresidenta Nadia Calviño, siempre reacia a los actos de partido, no es militante ni quiso ir en las listas electorales , Pero ayer fue muy ovacionada al recibir uno de los «premios Manuel Marín».

El Congreso arranca formalmente hoy. Y se espera que a lo largo del día se conozcan ya todos los nombres que integrarán la nueva Ejecutiva Federal. Los principios que Sánchez quiere apuntalar fueron de nuevo ratificados ayer por él en un encuentro informal con la prensa: mujeres, renovación generacional y municipalismo. La gran incógnita es si habrá ministros en la nueva dirección. Algo que varias fuentes vinieron ayer a confirmar. Y ahí es donde se espera la entrada de Félix Bolaños. Y también si habrá más líderes territoriales. Por el momento está confirmado que estará Espadas, como presidente del Consejo de Política Federal, y también Fernández Vara ahora como responsable del área autonómica. El principio es el contrario al que se quiso aplicar en el Congreso de hace cuatro años, cuando se vetó la presencia de los líderes territoriales en la Ejecutiva Federal. Y para ello durante este cónclave se van a tener que modificar los estatutos.

Se trata de modificar la disposición adicional cuarta que se añadió en los estatutos en el 39º Congreso de 2017 , para establecer que «será incompatible simultanear un cargo en las Comisiones Ejecutivas provinciales, insulares, regionales o de nacionalidad con ser miembro de la Comisión Ejecutiva Federal. «Los reglamentos del PSOE no son las tablas de la ley, no están escritos en piedra», justificó ayer Adriana Lastra. Ese cambio en los estatutos servirá para reflejar la posibilidad de que existan excepciones en «algunos casos» como el de Vara, para que un secretario general autonómico pueda formar parte de la Ejecutiva federal.

Pero lo que sí que ratifican la práctica totalidad de los líderes territoriales es que Pedro Sánchez ha configurado esta dirección en conversación con todos ellos. Algo que es la primera vez que ocurre. En 2014 tuvo que aceptar imposiciones de los barones y en 2017 procedió de forma unilateral sin contar con ellos.