Iglesias convierte la asamblea de Podemos en un cara a cara con Errejón

Si de facto esta asamblea ya iba a ser un cara a cara entre los dos, finalmente será así sin atisbo de dudas. En Podemos, se votan de manera separada la elección del secretario general y la de la dirección (Consejo Ciudadano). Pero Iglesias ha decidido que él liderará también la candidatura de su equipo, en vez de dejar ese rol a Irene Montero o Pablo Echenique. Este movimiento era innecesario porque como secretario general ya tenía un puesto asegurado en el futuro consejo ciudadano. Pero ahora, lo que ha conseguido es que la elección de este órgano se convierta en un cara a cara entre él y Errejón, ya que ambos encabezarán dos listas enfrentadas .

El propio Errejón reconoció ayer que esta decisión le sorprendió «porque no hacía falta». Entre sus afines hacen una lectura diversa de la estrategia. Por un lado creen que es una muestra de «preocupación y debilidad», que creen que refleja las dudas de que «una lista sin él al frente pudiese ganar a otra que encabezase Íñigo». Aunque Iglesias repetirá como secretario general, lo que está en juego en esta votación es el control de la dirección, y el actual líder ha vinculado su continuidad a que su lista se imponga en este enfrentamiento. Ayer, multiplicó el órdago en unas declaraciones en los pasillos del Congreso cuando aseguró que «si la lista que encabeza Íñigo Errejón es la que ganara, pues el liderazgo del partido sería evidentemente suyo y yo esperaría que contara conmigo en una posición lógicamente más discreta y distinta, pero para seguir ayudando a mi formación». Se esforzó Iglesias en recalcar que su intención es reducir Vistalegre II a un duelo: «estamos eligiendo entre liderazgos distintos» .

Errejón rechaza esa lógica del «reto» o de «obligar a decidir si quieres más a papá o a mamá», como se refirió a la estrategia de Iglesias en una entrevista en la Cadena Ser. Iglesias advirtió, por contra, que él seguirá al frente «si la lista que yo encabezo gana», y aunque aseguró que en ese caso intentaría incorporar a personas de otros equipos, dejó muy claro que el control correspondería a sus afines: «Entenderé que nuestras ideas y nuestro equipo es el que de alguna manera tiene que tener el peso del liderazgo». Iglesias ha intentado vincular así al máximo la elección de la dirección con el refrendo de su liderazgo, que no corre peligro una vez que Errejón ha decidido no competir por la secretaría general. Su modo de competir es tratar de ganar las votaciones en los documentos político y organizativo, y en la elección del consejo ciudadano .

El intento por amarrar la mayoría del Consejo Ciudadano ha llevado a la organización a proceder a un cambio que desde el errejonismo tildan de «arbitrario» y que han tenido que aceptar una vez que no se producía ningún avance en las negociaciones entre los dos sectores. Hasta ahora, en Podemos, cuando un inscrito entraba en la web a votar elegía primero al secretario general y luego votaba la lista al Consejo Ciudadano. Ahora, desde el equipo de Iglesias se ha impuesto que ese orden se invierta. Creen que así «van a generar confusión» y muchos inscritos van a apoyar la lista de Iglesias entendiendo que así lo apoyan como secretario general, cuando esa votación se producirá en la siguiente pantalla. Ellos apostaban por despejar al inicio la votación a la secretaría general y que el paso siguiente fuese la elección de listas. Hasta este punto llegó la confrontación.

Pero no acaba ahí. Errejón había anunciado hace días un acto en Madrid el próximo sábado. Y ayer, la intención del equipo de Iglesias era contraprogramarlo con un acto de Iglesias también en la capital.