La UCO halla 900.000 euros en el chalé de los suegros de Granados

El dinero incautado, varios fajos de billetes, estaba «escondido», según confirman a ABC fuentes conocedoras del caso, en una de las estancias de la casa, un chalé unifamiliar situado en la calle Illescas de Valdemoro, en el sur de Madrid. La elevada cuantía de los fondos intervenidos, casi un millón de euros, apunta a que pueden proceder de las actividades ilícitas del exsecretario general del PP de Madrid: el cobro de comisiones a cambio de favores políticos. Granados habría entregado ese dinero a su esposa, Nieves Alarcón –que está imputada por blanqueo y delitos fiscales– y esta lo habría ocultado en casa de sus padres para evitar, precisamente, que los fondos aparecieran en una hipotética operación policial, como así ha sido.

Además, los agentes de la UCO también han hallado en el inmueble documentación relacionada con el caso que está siendo analizada y que puede tener gran trascendencia en cuanto a implicación de otras personas en la trama.

Los suegros de Francisco Granados, Juan Alarcón y Catalina Castellanos, son muy conocidos en el municipio en el que líder de la trama Púnica comenzó su carrera política. El padre de su esposa es médico de familia jubilado y ejerció durante muchos años en Valdemoro. Ahora tendrán que dar una explicación sobre la elevada cantidad de dinero que ocultaban en su chalé . Valdemoro es el epicentro de la trama y el lugar donde la Púnica realizó sus operaciones delictivas más lucrativas.

El que fuera número dos del PP de Madrid y número tres del Gobierno de Esperanza Aguirre permanece en prisión desde finales de octubre de 2014. Es el único integrante de la trama Púnica que sigue encarcelado, además de su socio y amigo David Marjaliza, aunque este podrá salir en libertad provisional cuando cubra la fianza de 100.000 euros impuesta por el juez. El empresario ha entregado en el juzgado la escritura de una finca que está siendo tasada para ver si completa la cantidad exigida.

El caso Púnica investiga una trama de corrupción local y regional que se adjudicó contratos de hasta 100 millones de euros de forma irregular. La red corrupta, liderada por Granados y Marjaliza, pagó comisiones y realizó favores a funcionarios de diferentes administraciones a cambio de estas adjudicaciones. La red, que cuenta con más de medio centenar de imputados, nació en el municipio madrileño de Valdemoro y se extendió por la Comunidad de Madrid, Murcia, León y otras regiones. El juez Eloy Velasco ha interrogado desde septiembre a 40 nuevos testigos e imputados para confirmar las confesiones de Marjaliza.