Los grupos fijan hoy la fecha de la segunda votación

Tanto el PSOE como Ciudadanos defenderán que la votación se celebre el sábado, como estaba previsto, al entender que la fecha cumple con el margen de 48 horas establecido en la Constitución y está avalada por un informe jurídico de la Secretaría General del Congreso. Sin embargo, el PP anunció que acudiría al Tribunal Constitucional si la votación se producía el sábado 5 de marzo.

Tras la advertencia del PP, Patxi López, tuvo que cambiar su idea inicial de que la segunda votación fuera el sábado, y prefirió someter la decisión al criterio de los grupos parlamentarios, que serán quienes acuerden esa fecha.El plan de López es que el pleno de investidura comience a las 16.30 horas del martes , y que esa tarde únicamente intervenga Pedro Sánchez. Los discursos del resto de portavoces se dejarán para el miércoles, jornada en la que se producirá también la primera votación.

Para ser investido presidente del Gobierno, Sánchez necesitaría obtener ese día la mayoría absoluta de la Cámara -176 votos a favor, algo poco probable. Por el gran número de intervenciones se calcula que esa primera votación podría alargarse hasta las once de la noche del miércoles.

La Constitución establece que «de no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple». Por lo tanto, si se interpreta literalmente la Carta Magna, como ha hecho el PP, la segunda votación debía celebrarse hacia las once de la noche del viernes, y no en la mañana del sábado, como pretendía López y defienden también PSOE y Ciudadanos.

El informe jurídico de los letrados del Congreso avala que la segunda votación pueda celebrarse el sábado, siempre que la tardía hora de celebración el viernes 4 «justificase su retraso» al día siguiente. La primera votación marcará los plazos para unas hipotéticas nuevas elecciones generales.

De hecho, a partir de ese momento empezará a contarse el plazo de dos meses que establece la Constitución para convocar los comicios en el caso de que ningún candidato obtenga la confianza del Congreso para ser investido presidente del Gobierno. Dicho plazo terminaría el 2 de mayo, día en el que se convocarían las elecciones generales para el domingo 26 de junio.