González Rivas se perfila como nuevo presidente del Tribunal Constitucional

Aunque en fuentes políticas hay pocas dudas sobre quién se impondrá el votación, desde el Constitucional se advierte de que la elección está más abierta de lo que parece. Pese a ello, no parece haber un nombre que concite más apoyos. Además, el acuerdo político alcanzado entre el PP y el PSOE el pasado enero para la reciente renovación - los cuatro miembros designados por el Senado -, apunta a que el nombramiento de González Rivas tiene grandes opciones. El PP cedió esta vez con Cándido Conde-Pumpido, fiscal general del Estado nombrado por el Gobierno de Zapatero, quien afrontaba su última oportunidad de acceder a un puesto muy anhelado.

En cuanto a la vicepresidencia, la gran favorita es Encarnación Roca , catedrática y magistrada del Supremo. González Rivas, además de conservador, está considerado de sensibilidad católica, mientras que la barcelonesa Encarnaciónn Roca tiene sensibilidad más progresista, si bien se ha alineado con la mayoría en los asuntos de importancia, informa Efe.

El miércoles tomaron posesión de sus plazas en el Tribunal Constitucional tres nuevos magistrados: el del Supremo y ex fiscal general Cándido Conde Pumpido ; y los catedráticos Alfredo Montoya y María Luisa Balaguer. Además, fue confirmado en la magistratura el juez del Supremo Ricardo Enríquez, quien entró en el TC para sustituir al fallecido Francisco Hernando y ahora seguirá hasta terminar su mandato.

En cuanto al equilibrio de poderes, en el Constitucional domina una mayoría conservadora de magistrados, y esa mayoría decidirá quién será el nuevo presidente del Tribunal Constitucional. Ahora bien, la renovación es también fruto del acuerdo entre el PP y el PSOE del pasado mes de enero. Al mismo tiempo que se conocía aquel principio de acuerdo, diferentes medios publicaron un supuesto veto a Andrés Ollero como nuevo presidente del TC. Esa noticia generó un gran malestar entre los magistrados, las habituales tensiones cuando se pone en cuestión la independencia de los miembros del TC, nombrados a propuesta de los partidos.

Sin embargo, ese malestar no parece haber mejorado las posibilidades de Andrés Ollero. Fue diputado del Partido Popular durante diecisiete años, una significación política tan clara que puso muy cuesta arriba sus opciones de acceder a la presidencia del tribunal de garantías.

Con el desafío secesionista catalán como principal reto , Francisco Pérez de los Cobos, en su discurso de despedida , alertó de que este es un conflicto que «el tribunal no puede resolver» y apeló a que «son los poderes públicos quienes están llamados a resolver mediante el diálogo y la cooperación los problemas que se desenvuelven en este ámbito».

No obstante, Pérez de los Cobos destacó la sentencia por la que se suspendió en marzo de 2014 la declaración de soberanía y del derecho a decidir del pueblo de Cataluña aprobada por el Parlament. «En ella, nuestra vicepresidenta dio la talla de su condición de jurista y de su hondo sentido institucional», dijo.