El Ministerio de Defensa, organismo que dirige Margarita Robles , explica que la creciente importancia del espacio ultraterrestre en el ambito aeroespacial determina que las Fuerzas Armadas deban ser capaces de «monitorizar el espacio» , con el fin de garantizar «su seguridad y libertad de actuación en pro de los intereses nacionales». Fuentes militares consultadas por ABC han insistido en que este nuevo nombre vaya «especialmente» ligado al Ejército del Aire .
«Como parte más visible y representativa de este esfuerzo de adaptación al nuevo dominio del espacio y en sintonía con los cometidos ya asumidos de vigilacia y control del espacio ultraterrestre y las capacidad incorporadas, se ha considerado necesario proceder a un cambio formal de la denominación», justifican.
Asimismo, el organismo aclara que la decisión se realiza en consonancia con las iniciativas que están tomando otras fuerzas aéreas aliadas de nuestro entorno.
La aprobación de esta nueva nomenclatura, que llevaba más de dos años a debate en el Ministerio de Defensa, exige el «desarrollo y la potenciación progresiva» de los sistemas espaciales. Por lo tanto, esto supondrá un aumento en el gasto destinado a este departamento. Sin embargo, España ocupa actualmente el penúltimo puesto de la OTAN en inversión de defensa , según el porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB). Las estadísiticas oficiales de la Alianza Atlántica estiman que para 2022 se va a invetir un 1,01% (frente al 1,04% de 2021).
El Ejército del Aire no es la única institución que ha cambiado su denominación. Desde el pasado 22 de marzo, la Armada Española pasó a llamarse Armada con el objetivo de «renovar su imagen corporativa», tal y como confirmaron fuentes de la Armada a ABC.
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