La Xunta creará cinco brigadas de intervención y vigilancia ambiental

Toma así forma la iniciativa del Gobierno gallego de completar el mapa de emergencias y a los técnicos, especialmente arquitectos, para dar servicios a los municipios pequeños que no cuenten con personal propio para tareas de ordenación urbanística, asesoría y medio ambiente. Su diseño inicial plantea ubicar uno o dos grupos por provincia, integrados por 12 o 14 miembros con “un funcionamiento más estable que el de los Grumir y tendencia a profesionalizarse”, tal y como esta mañana explicaba el director general de Administración Local, Norberto Uzal.

Se trata de una de las novedades que presenta este año la convocatoria de subvenciones del FCA cuya implantación dependerá de las negociaciones con las diputaciones provinciales y la Federación gallega de Municipios y Provincias. Según el modelo diseñado, cuya orden se publicará este mes en el Diario Oficial de Galicia, la Administración autonómica soportará el 60 por ciento del coste derivado de la contratación de estos grupos de vigilancia ambiental, correspondiendo el 40 por ciento restante a diputaciones y municipios –aquellos en los que están instalados parques eólicos o líneas de evacuación de los mismos-.

Así, para las contrataciones de estas brigadas y las de los técnicos la Xunta de Galicia reservará este año 700.000 euros que serán completados con partidas que, a su vez, deberán consignar organismos provinciales y ayuntamientos para el mismo fin.

En los tres años que lleva en funcionamiento el fondo, tal y como expuso Uzal en su intervención, se han alcanzado los 60 millones de euros, de los que 22 corresponden a 2012 . De esta última cantidad, la mitad es gestionada por la Consejería de Presidencia y el otro 50% por la de Hacienda. En la misma dirección, el director autonómico hizo hincapié en que el fondo, de carácter ambiental, ha subvencionado proyectos de lucha contra incendios, de emergencias, de puesta en valor de zonas de interés ambiental, de ahorro energético o de saneamiento.

Además, defendió que la medida nace del “compromiso de la Xunta con las haciendas locales como elemento de reequilibrio territorial”. Entre los más de 200 ayuntamientos beneficiados destaca la rehabilitación de una aldea rural en Muras (Lugo) o la exhibición de burros en O Grove, como atractivo turístico y con la intención de preservar a una especie en peligro de extinción.