España y Canadá estrechan sus buenas relaciones tras la«guerra del fletán»
El presidente del Gobierno, José María Aznar, terminará hoy en Ottawa de cerrar por completo el capítulo de enfrentamientos protagonizado por España y Canadá en 1995 durante la «guerra del Fletán». Seis años después de esa grave crisis pesquera, los dos países quieren potenciar su relación diplomática a tenor de los vínculos cada vez mayores entre ambos países.
Como anticipo de la primera visita oficial que realizará esta semana el presidente del Gobierno español a Canadá, los dos países han avanzado ya una declaración conjunta en la que se reconoce «el significativo desarrollo alcanzado en las relaciones bilaterales, particularmente en el terreno económico». ... De hecho, el creciente volumen de exportaciones españoles a Canadá alcanzó el año pasado los 634 millones de dólares USA (unos 120.460 millones de pesetas). Relación comercial favorable a nuestro país, ya que las importaciones españolas de productos canadienses solamente llegaron a los 441 millones de dólares USA (83.790 millones de pesetas) durante 2000.
Dentro de estos intensos vínculos económicos bilaterales, destaca el compromiso de la empresa española Cepsa anunciado este año para invertir 42.430 millones de pesetas en la construcción de una planta industrial al este de Montreal, valorada en 83.190 millones de pesetas. El proyecto, en cooperación con la Société Genérale de Financement du Québec pero donde Cepsa retiene un 51 por ciento de participación, tiene por objetivo la fabricación de materia primara para la industria del poliéster.
Junto a estos claros avances en inversiones bilaterales e intercambios comerciales, Canadá y España han conseguido también conjurar en los últimos años parte de los recelos generados por la conocida «guerra del Fletán». Conflicto generado por los derechos de pesca de la flota comercial europea en el Atlántico, especialmente en la zona de Groenlandia y sobre las cuotas del fletán negro.
En 1994, la Unión Europea se adjudicó setenta por ciento de la cuota del fletán en el noroeste del Atlántico, lo que provocó las iras de Canadá. Esta crisis degeneró en 1995 con el apresamiento por parte de las autoridades canadienses del pesquero español «Estai» en aguas internacionales. Enfrentamiento que llegó a desancadenar represalias comerciales europeas hacia Ottawa. Aunque el contencioso se encuentra aún pendiente en los tribunales de Canadá, una serie de acuerdos posteriores -especialmente los alcanzados en la Organización Pesquera del Atlántico Norte (NAFO)- han cerado la puerta a nuevos enfrentamientos.
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