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Primera entrevista en prensa como presidente

Mariano Rajoy: «Quien me ha impedido cumplir mi programa electoral es la realidad»

El jefe del Ejecutivo recibe en La Moncloa a ABC y a otros tres periódicos europeos de referencia para analizar el crucial momento económico y político

Mariano Rajoy: «Quien me ha impedido cumplir mi programa electoral es la realidad» ignacio gil

bieito rubido / Ramón pérez-maura

Mariano Rajoy no concibe a España sin Europa , pero tampoco una Europa sin España. Quizá por eso ha querido que su primera entrevista en prensa desde que es presidente del Gobierno haya sido con ABC y con la participación de otros tres prestigiosos periódicos del continente: el italiano «Corriere della Sera», el francés «Le Journal du Dimanche», y el alemán «Bild am Sonntag», el dominical más vendido de Europa.

El jefe del Ejecutivo español acudió a la cita con la serenidad que le distingue , y delgado, reflejo de los innumerables asuntos que engordan su agenda, en la que este miércoles abrió un hueco de más de dos horas para atender a los periodistas. El catálogo de cuestiones que llevaban para él era variado y comprometido. A los colegas europeos les interesaba fundamentalmente la crisis económica. A ABC, también asuntos internos como la deriva secesionista catalana, el caso Bolinaga o las próximas elecciones vascas y gallegas. Mariano Rajoy no rehusó ninguna cuestión y fue prolijo en no pocas respuestas. Con realismo y prudencia , pero con las ideas claras y la tranquilidad que da «gobernar intentando conseguir los mejores resultados para el pueblo» y tratando de «entender la realidad en la que vivo».

-Antes de las elecciones, parecía que cuando llegara el PP al Gobierno se solucionarían los problemas de credibilidad y acoso a la deuda de nuestro país. ¿Por qué no ocurrió así?

-Siempre que hay elecciones se genera una corriente de optimismo y de expectativas sobre el nuevo gobernante; no es cosa de España. Y si estas elecciones se producen en unos momentos de crisis tan aguda como la actual, esas expectativas se multiplican. Por otra parte, la credibilidad de la economía española recibió un golpe tremendo con la desviación de las cifras de déficit: causó un daño terrible a nuestra imagen en los mercados financieros y entre nuestros socios europeos. Y también está causando un daño terrible a los ciudadanos, porque en definitiva son los que están asumiendo de una u otra manera el esfuerzo que todos debemos hacer para que España siga siendo el país cumplidor que ha sido siempre. Dicho todo esto, yo no tengo varitas mágicas y nunca prometí milagros. Saldremos de esta, no me cabe ninguna duda, pero con esfuerzo, perseverancia y fe en nosotros mismos. Nos toca navegar con el viento en contra; ya lo hemos hecho otras veces.

-¿Hasta dónde puede aguantar el ciudadano los sacrificios que se le exigen?

-Es una pregunta complicada. Lo que estamos haciendo no es fácil. Se nos ha pedido una reducción del déficit público de 2,6 puntos este año, estando además en recesión y financiándonos a unos precios muy elevados. Pues lo estamos haciendo, y creo que lo vamos a conseguir. También estamos haciendo reformas estructurales. Y claro, esto a la gente le duele y yo lo entiendo. ¿Cómo no lo voy a entender? No soy un insensato. Pero estamos intentando ser justos y equitativos a la hora de repartir los esfuerzos.

-¿En qué sentido?

-Es verdad que hemos quitado una paga extraordinaria a los funcionarios. Es verdad que hemos subido los impuestos, pero el IRPF a los que más ganan. Para la tercera parte de las personas que declaran en España, su incremento es cero, y a partir de ahí, el que más gana tiene un incremento mayor. A la hora de reducir gastos, también hemos intentado ser equitativos. Los jubilados pagan muchísimo menos en medicinas, y los que tienen inferiores recursos absolutamente nada. Los activos son los que más pagan, y los activos con más recursos los que más. En Educación hemos hecho algo parecido, con la subida de las tasas de las matrículas. Los recortes no han afectado a los pensionistas, porque creemos que son las personas que tienen mayor dificultad para iniciar un nuevo proyecto en la vida. Hemos intentado preservar los subsidios para aquellas personas que están en unas situaciones más difíciles.

-Aun así, el malestar en la calle es evidente.

-Es difícil que se reaccione bien, pero yo puedo asegurarle que en muchísima gente encuentro comprensión. Es evidente que hay otra gente a la que le cuesta más, y que hay gente, sobre todo partidos políticos, que siempre estarán a la contra de lo que haga un Gobierno como el mío. Pero creo que la sociedad española se está portando con responsabilidad y es consciente de la situación en la que estamos. Ahora bien, la clave es que seamos capaces de crecer y de crear empleo, y para eso reducimos el déficit, aunque en el corto plazo sea recesivo. Y para eso estamos haciendo las reformas estructurales, y para eso intentamos asegurar la estabilidad del euro y reducir la prima de riesgo.

-Los gobiernos europeos que han adoptado este tipo de medidas han perdido las elecciones.

-España tiene algo muy positivo en estas circunstancias difíciles: un Gobierno mayoritario, con un escenario de casi cuatro años por delante, y yo cuento también con la responsabilidad y la comprensión de una mayoría de la sociedad española. Soy

«Yo no prometí milagros. Saldremos de esta con esfuerzo»

absolutamente consciente de que no cumplimos nuestro programa electoral, y créame que no me agrada nada. Entiendo perfectamente el desencanto que esto ha producido en muchos ciudadanos que dieron su confianza al Partido Popular, incluso en otros que no se la dieron, pero quien me ha impedido cumplir mi programa ha sido la realidad. Nosotros nos hemos encontrado con un déficit público casi tres puntos superior al conocido. Casi tres puntos son 30.000 millones de euros. Y eso nos ha obligado a subir impuestos. Y a reducir los gastos. Nos ha obligado también a tomar decisiones buenas en materia de reducción de gastos. De cara al futuro quiero decir dos cosas: mi objetivo sigue siendo el mismo, crecer y crear empleo, y todo lo que estamos haciendo es para ello. Y mi referencia sigue siendo que, en cuanto pueda, bajaré el IRPF. A mí tampoco me ha gustado subir el IVA, pero es evidente que hoy financiar el déficit público, es decir, financiar lo que gastas de más por encima de lo que ingresas, es muy difícil, y ahí están las primas de riesgo en las que estamos. La situación es muy compleja, y la realidad obliga, pero este Gobierno no ha perdido las referencias.

Reducir altos cargos

-La opinión pública española pide reducir el número de políticos. ¿Qué opinión le merece?

-Estamos haciendo un enorme esfuerzo en el Gobierno, y creo que en muchas otras administraciones, para reducir el número de altos cargos y lograr una gestión eficaz y transparente. Le recuerdo que

«El fenómeno de las facturas en los cajones tiene que acabar»

la Ley de Transparencia y Buen Gobierno que ya se está tramitando establece mecanismos que refuerzan la responsabilidad de los gestores públicos en el desempeño de su actividad y, sobre todo, en el manejo del dinero público. Este Gobierno ha tenido que habilitar un plan para pagar las facturas pendientes de las administraciones por valor de más de 25.000 millones. El fenómeno de las facturas en los cajones tiene que acabar y hemos puesto los medios para ello, incluidas severas sanciones para aquellos gobernantes que contraten bienes y servicios sin su correspondiente partida presupuestaria. A partir de ahí, solo puedo añadir que las generalizaciones son injustas: hay buenos y malos políticos, como hay buenos y malos médicos o profesores.

- ¿Es viable nuestro sistema autonómico tal y como está concebido hoy en día? Cada vez es más común oír críticas a sus dimensiones: 17 gobiernos, 17 parlamentos…

-Hasta ahora ha sido viable. Y lo es siempre que los gastos se adecúen a los ingresos. En dos ejercicios presupuestarios, España perdió ingresos por importe de 70.000 millones de euros. Los perdieron la Administración central y las comunidades autónomas. Hoy, como consecuencia de la crisis, tienen muchísimos menos recursos y deben adaptarse a ellos. Y eso no es fácil porque el 70 por ciento del gasto de las comunidades es Sanidad y Educación, los grandes servicios públicos. Tienen que hacer un gran esfuerzo en el resto y también en Sanidad y Educación, mejorando la gestión.

-El gasto en farmacia, por ejemplo, ya se está reduciendo.

-Ha habido un dato muy positivo: en el mes de julio, el gasto en farmacia en España se redujo el 23 por ciento como consecuencia de decisiones de la Administración. Esa es la línea en la que hay que seguir. La Administración central ayudando, con modificaciones de leyes básicas, y las comunidades autónomas gestionando mejor. Y también hay que aprovechar esta oportunidad para reducir estructuras. Se discute mucho sobre televisiones autonómicas y sobre otros gastos que podían reducirse, pero tengo que decir que se están haciendo esfuerzos.

-¿Dónde, entonces?

-Según la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre, ha aumentado el empleo privado y ha disminuido, y mucho, el empleo público, y yo les aseguro que en la próxima EPA también bajará en España. Es decir, se está haciendo un esfuerzo grande, en los grandes servicios públicos, que son el 70 por ciento del gasto. Creo que se puede hacer todavía mucho más, y eso es lo que estamos pidiendo a las comunidades autónomas cuando les decimos: «Ustedes tienen que reducir el déficit este año al 1,5 para llegar a cero en los dos próximos años». Al final, como en tantas y tantas facetas de la vida, cuando uno maneja dinero, sea una familia o sea una empresa, debe saber que el gasto se tiene que adecuar al ingreso y por tanto tiene que saber priorizar y gestionar bien para eliminar lo superfluo.

-Ese sería el primer paso...

-Hay otros dos temas importantes en las comunidades sobre los que vamos a trabajar este trimestre, continuando nuestro proceso

«Abordaremos la unidad de mercado y la excesiva regulación autonómica»

de reformas estructurales. Uno, la unidad de mercado, que es capital. Y otro, la excesiva regulación por parte de los gobiernos autonómicos y también del Gobierno central. Necesitamos muchas más facilidades para que la economía pueda funcionar mejor. Y desde luego necesitamos unidad de mercado, no puede haber en temas de medio ambiente, transporte u otros, diecisiete regulaciones distintas. Esos dos temas son en mi opinión prioritarios. Esos, y reducir el déficit. Aunque al final volvemos a lo de siempre: un país tendrá mejores servicios públicos si tiene más ingresos. Y para que tenga más ingresos es necesario crecimiento económico y empleo y que la gente cumpla con sus obligaciones.

-Las estamos cumpliendo.

-España es el país de la UE donde se recauda menos IVA en proporción al PIB. Y no digo la zona euro, digo Unión Europea. Yo tengo la tesis de que Europa siempre avanza desde las crisis, por lo menos así lo va demostrando la historia. España tiene el cuarto PIB de la zona euro, y es el cuarto en habitantes. A veces hay estereotipos por ahí sobre lo que trabajan unos y lo que producen otros. Dicen: ¿ustedes a qué se dedican? Parece que se dedican solo al turismo. Pues no. Lo que más exportamos... pueden pensar que es melocotones. Tampoco. Lo que más exporta España es bienes de equipo. Y lo segundo, automóviles. Y luego, productos químicos. Fíjense, en este semestre las exportaciones de España a Alemania han aumentado un 7 por ciento. Y las de Alemania a España han disminuido un 10. Esto del euro es un proceso, aunque Europa, a veces, es de una lentitud exasperante.

-¿Qué mensaje lanza a los mercados internacionales la reciente petición de ayuda de Cataluña?

-El mensaje que lanza a los mercados no es nada que estos no conozcan. Estas ayudas a Cataluña no se van a producir ahora por primera vez. A lo largo de 2012, los problemas de liquidez de las

«Atenderemos a Cataluña, pero claro que tienen compromisos a asumir»

comunidades autónomas fueron atendidos por la Administración Central del Estado, en el caso de Cataluña, de Andalucía y de la Comunidad Valenciana, y probablemente en algún otro. El Gobierno no se puede desentender de la situación de las autonomías. Por eso las hemos ayudado; hemos aprobado un plan de proveedores, que creo que fue muy útil y muy importante para la gente; hemos hecho frente a sus problemas de liquidez como este; en varias ocasiones les hemos aumentado el plazo para devolver las deudas pendientes con el Estado; les hemos hecho anticipos de tesorería. Pero es que el Estado tiene que hacerlo, no podemos dejar a nadie a su suerte, y por tanto también atenderemos a Cataluña.

-Pero Mas ha dicho que no aceptará condiciones. ¿Es que solo la Generalitat puede pedir auxilio sin condiciones?

-Claro que tienen compromisos que asumir. El primero este año es un déficit público del 1,5, porque España se ha comprometido ante la UE a tener el 6,3, que es el total del déficit de autonomías, de ayuntamientos, de la Administración Central del Estado y de la propia Seguridad Social. Lo importante es que cumplan sus compromisos, como los tenemos que cumplir todos, todos los países y todas las regiones de la UE.

Coincidencias con CiU

-La Generalitat catalana gobierna con el respaldo parlamentario del PP. ¿Qué está haciendo su partido para impedir la deriva independentista del Gobierno catalán y de CiU?

-Hay algo que hay que dejar meridianamente claro, aunque sea sabido. El PP coincide con los planteamientos de CiU en algunas cosas, y en otras, no. CiU es un partido nacionalista y el PP no es nacionalista. Esa es la diferencia sustancial. El PP cree en la Constitución española, piensa que no hay que hacerle ninguna modificación en este sentido; yo creo que es la garantía de la libertad y los derechos, que ha dado más autonomía que nunca en la historia a las comunidades autónomas, especialmente y también a Cataluña, y por tanto somos partidos distintos. No apoyaremos nada que se pueda plantear que vaya en contra de nuestro ideario. Estamos colaborando en la consecución del gran objetivo, que en mi opinión es ahora el de Cataluña y el de toda España, que es hacer frente a la crisis económica. Y Cataluña tiene problemas muy importantes, como un desempleo muy elevado, dificultades para conseguir ingresos… Si hubiera crecimiento económico en España, Cataluña tendría más ingresos, porque Cataluña recibe el 50 por ciento del IRPF recaudado en Cataluña, el 50 por ciento del IVA y el 58 por ciento de los impuestos especiales. Por tanto, de lo que se trata ahora es de crecer y crear empleo, y con eso se resuelven los problemas económicos. Esa es la prioridad, y el Partido Popular intenta colaborar en eso. No tendría sentido no hacerlo cuando en materia económica hay una coincidencia. En los otros temas el PP defiende, como siempre ha hecho, sus posiciones.

-En relación con el País Vasco, ¿qué ha fallado en esta legislatura para que todas las encuestas auguren una abrumadora ventaja del nacionalismo en los próximos comicios de octubre?

-Una cosa son las encuestas y otra, los resultados, que ya veremos cuáles son. Los sondeos de hoy son difíciles de comparar con los resultados de la última legislatura, porque Bildu, o su sustituto, no estaba. Y ahora está porque el Tribunal Constitucional así lo ha

«Bildu va por decisión del Constitucional, aunque a mí no me haya gustado»

dicho; aunque, como todo el mundo sabe, a mí no me haya gustado esa decisión, mi deber es respetarla y acatarla, y así lo hago. La entrada de Bildu supone que este partido tendrá unos votos y unos diputados, y eso afectará a los demás. En cualquier caso, en el País Vasco el voto nacionalista y el no nacionalista no suele cambiar mucho en las autonómicas, y tampoco en las generales. Y el Partido Popular va a seguir defendiendo aquello en lo que creemos. El PP y el Gobierno somos garantes de que se cumplan la Constitución y la Ley, y somos en suma garantes de los derechos y de las libertades de los ciudadanos. Y eso es lo que les vamos a transmitir el Partido Popular y yo mismo a todas las personas que viven en el País Vasco ante las próximas elecciones.

ETA ha sido derrotada

-¿Por qué su Gobierno ha buscado la liberación del terrorista Bolinaga si la legislación no le obliga a ello?

-Hay algo que es muy importante y de lo que todos tenemos que ser conscientes, porque a veces parece que no lo somos. La sociedad española ha derrotado a ETA. ETA tenía unos objetivos políticos y pretendía conseguirlos mediante el asesinato y los ataques a los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos. No lo ha conseguido. Ahora bien, ETA sigue existiendo, aunque haya dicho que ya no va a seguir con su actividad criminal, y mientras ETA siga existiendo yo voy a mantener la misma postura, que es la que adopté cuando era ministro del Interior; es un tema que me conozco. Nosotros no vamos a negociar nunca con ETA. Yo lo he dicho, y lo vuelvo a reiterar. No vamos a ceder nunca a ningún chantaje de ETA. No lo

«El Gobierno tiene que cumplir la Ley con Bolinaga, aunque me repugne»

hemos hecho y no lo vamos a hacer. Y nosotros tenemos que respetar la Ley y las decisiones de los tribunales. Es lo que vamos a hacer. Este es un tema que, oiga, a mí también me repugna. Sé lo que ha hecho esta persona de la que estamos hablando, pero siempre que se ha producido, afectara a quién afectara, una situación de estas características, se ha actuado igual, gobernara el PP o gobernara el PSOE. Hoy esta persona lleva varios días en un hospital. Tenemos que hacer caso a lo que nos dicen los informes de los médicos y yo respetaré lo que resuelva el juez, que es el competente para tomar la decisión definitiva. Esa es mi posición. Sé que le repugna a mucha gente; a mí también. Pero creo que el Gobierno tiene una obligación, que es estar en la Ley y en el respeto a las decisiones de los tribunales.

-Pero tal vez en esos casos precedentes que menciona no hubo un crimen de las características específicas del caso que nos ocupa, que produjo especial alarma social...

-Sí, evidentemente es un crimen mucho más conocido por cómo se produjo todo. Impactó en el alma de muchísimos españoles, les produjo un enorme horror. Soy absolutamente consciente, pero la Ley ahí no distingue. Y yo tengo que hacer caso a lo que me digan los responsables de Instituciones Penitenciarias, que son por otra parte unas personas que viven esto de manera continuada. Tengo que hacer caso a lo que me dicen los médicos, y luego, por supuesto, a lo que decidan finalmente los tribunales. Hay cosas que no se hacen por gusto, como es natural, y esta, comprenderá usted, que no la hacemos con ningún gusto.

-¿Qué opinión le merece el adelanto electoral en Galicia?

-Creo que, una vez más, Alberto Nuñez Feijóo ha dado muestras de su responsabilidad y visión política. Él podía agotar cómodamente

«Galicia es una de las autonomías más saneadas»

la legislatura, pero ha querido despejar incertidumbres cuanto antes. Fíjese en que el gran beneficiado de su decisión será el próximo gobierno, sea del signo que sea, aunque pienso que seguirá siendo del PP, porque le está brindando la posibilidad de hacer sus propios presupuestos y no tener que trabajar con unos ajenos. Eso es algo muy importante en esta situación económica. Feijóo ha hecho una grandísima labor en su comunidad, ha conseguido que Galicia sea hoy una de las autonomías con las cuentas más saneadas y la única que no se ha tenido que acoger al plan de proveedores. Sin lugar a dudas, presenta un balance espectacular para los tiempos que corren.

-Y a usted, ¿cree que cumplir con su deber le puede llevar a perder las elecciones?

-Estoy convencido de que cumplir con mi deber me va a llevar a volver a ganar las elecciones.

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