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Entre el cariño popular y el desaire de políticos locales

Al desaire de los curas rebeldes, a la descortesía de las autoridades provinciales (no acudieron ni el alcalde donostiarra Odón Elorza ni el diputado general de Guipúzcoa, el peneuvista Markel Olano) y al desplante de Setién, Munilla respondió con humildad, porque «es a Cristo a ... quien estamos recibiendo». Sí asistió la presidenta del Parlamento vasco, la popular Arantza Quiroga.

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