La tibieza ideológica del PSOE podría pasarle factura el 26-J

Sandra Rudy, consultora en Redondo y Asociados, lo tiene claro. «Es el que peor llega, en desventaja. Se ha desgastado mucho, no sólo a nivel de imagen, sino también a nivel de estrategia», subraya Rudy. En este sentido, la consultora recuerda que, el 20-D , el plan del PSOE falló porque «trató de disputar el espacio a los partidos emergentes», olvidando que es un partido con 137 años de historia, analiza Rudy.

«Todos tienen una posición difícil, pero el PSOE se lleva la palma», explica Lluis Orriols, politólogo y profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, quien insiste en la idea: «Es el partido con más problemas ». Esto se debe, según su criterio, a que se encuentra en el punto central del tablero, por lo que «tiene mucha competencia tanto por la derecha como por la izquierda».

Uno de los problemas del PSOE en esta batalla a varias bandas será el pacto postelectoral que cerró con Ciudadanos para intentar aupar a Pedro Sánchez a la Moncloa. «El pacto ha acercado a ambos partidos ideológicamente y al PSOE le va a costar más vender ahora la narrativa de que Ciudadanos es de derechas, justamente lo que vendió en las pasadas elecciones», argumenta Orriols.

Además, Rudy advierte de que Albert Rivera intentará «captar el voto progresista del PSOE para rentabilizar el acuerdo tras el 20-D». «Las principales transferencias de voto del PSOE se producen a Ciudadanos», advierte Orriols, quien sin embargo explica que la formación naranja tampoco tendrá que descuidar su flanco derecho, por donde el PP intentará «pescar» votos . «El trasvase de votos entre PP y Ciudadanos es prácticamente directo», subraya Orriols, quien pronostica que «si Ciudadanos lo hace bien, será a costa del PP ; mientras que si se va deshinchando como pasó el 20-D, será en beneficio del PP».

Pero los problemas para Sánchez no llegan sólo desde la derecha. Por la izquierda, la unión entre IU y Podemos también puede conseguir aglutinar a los votantes progresistas. «El PSOE se va a desangrar hacia Podemos y Ciudadanos», señala Rudy.

«Quieren liderar el espacio de la izquierda», añade la experta, quien sin embargo identifica que el rival directo de Unidos Podemos será el PP. «Son conscientes a día de hoy de que han superado al PSOE en votos al unirse a IU. Ya superan los cinco millones de votos y en su estrategia ven al PSOE como un aliado para gobernar», desarrolla la consultora.

Para Santiago Pérez-Nievas, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, la estrategia en el seno de Unidos Podemos es similar. «El enemigo a batir de Podemos es claramente el PSOE», manifiesta Pérez-Nievas, quien sostiene que el eje ideológico va a marcar los comicios, de lo que se extrae que el principal rival a la hora de conseguir votos para el PP será Ciudadanos.

Por este motivo, para ganarle votos a Rivera, el PP podría «polarizar» el debate entre los dos extremos de la mesa , es decir, entre ellos y Unidos Podemos, al menos así lo estima Orriols. «El principal rival del PP no es Unidos Podemos, lo que pasa es que al PP sí le puede interesar convertir a Unidos Podemos en el foco de las críticas para polarizar la competición», indica el politólogo.

«No hay trasvase directo de votos entre PP y Unidos Podemos, pero sí sería lógico, no pensando en robar votos, sino en crear un escenario que politice el debate para captar votos de PSOE y Ciudadanos», clarifica Orriols. Esto se resume en que al PP —igual que a los de Iglesias en el caso inverso— les interesa que el debate electoral oscile entre ellos y Unidos Podemos. Así, el PP conseguiría votos de Ciudadanos además de ningunear a Sánchez . Por su parte, Unidos Podemos se afianzaría —al menos en el ideario social— como la primera fuerza de izquierdas por delante del PSOE. Dos ganan y uno pierde.

Así, como subraya Orriols, la formación morada podría quitarle al PSOE la condición de « única alternativa a un Gobierno de derechas», por lo que la gente que no quisiera volver a ver a Rajoy en la Moncloa derivaría su voto a Unidos Podemos en vez de al PSOE por ser la fuerza «hegemónica» de la izquierda, como la designa Rudy.

Y además, por si faltara algo, se espera que crezca la abstención, algo que no beneficia al PSOE ya que, como recuerda la propia Rudy, «el CIS aclara que el 27,5% de los que no votaron el 20-D tenían como primera opción de voto al PSOE». Pérez-Nievas añade que «una baja participación perjudicará a los partidos que ocupan el centro ideológico», es decir, las formaciones lideradas por Sánchez y Rivera. « Pueden sufrir más de lo que sufrieron el 20-D», zanja Orriols.