Las claves para entender el funcionamiento «criminal» del clan Pujol

Empresas contratistas de obras públicas pagaron a las sociedades de Jordi Pujol Ferrusola más de 11 millones de euros por «servicios ficticios». Sus cuentas y las de su mujer también registraron ingresos de «origen desconocido»

Parte de esos fondos, han sido distribuidos por el primogénito entre todos sus hermanos y su madre, «en cantidades iguales o similares y generalmente en momentos coincidentes con ingresos de origen desconocido»

«Estas operaciones revelan de nuevo la existencia de un patrón de comportamiento reiterado durante años por los miembros de la familia» para «conseguir el lavado de los activos», relata el juez De la Mata.

Los fondos se recibían en muchos casos en efectivo en cuentas abiertas «en una jurisdicción extranjera». Luego la mecánica evolucionó y crearon empresas instrumentales para facturar las «mordidas».

Jordi Pujol, que ha negado tener dinero fuera de España, era el verdadero dueño de la cuenta 63810 de la Banca Reig de Andorra, abierta por su hijo mayor en el año 2000 con una aportación de 307 millones de pesetas.

Jordi Pujol y Marta Ferrusola estaban imputados en el caso de la herencia, en Barcelona, pero ahora lo están en la primera investigación que abrió la Audiencia Nacional, la de los negocios de su hijo mayor.