La «Alianza» toma la Audiencia
La Alianza de Civilizaciones está cada vez más cerca de la Audiencia Nacional. Una mujer marroquí, propuesta como testigo por la Fiscalía en el juicio que se sigue contra nueve acusados de captar y adoctrinar «muyahidines» para atentados suicidas, se negaba ayer a declarar tras ... ser informada de que tenía que hacerlo a cara descubierta, sin el «burka».
El presidente de la Sala, el magistrado Javier Gómez Bermúdez, le recordó que aquí la ley civil está por encima de las creencias religiosas y que el principio de publicidad en la vista oral hace necesario que el Tribunal pueda ver al testigo mientras declara. «Viendo su rostro yo puedo ver si me miente o no; si le sorprende alguna pregunta o no», le espetó Gómez Bermúdez, quien además confesó que no quería imputarle un delito de desobediencia.
Tras ser expulsada de la Sala, el propio juez, acompañado de la fiscal Dolores Delgado, citó a la testigo y a su marido en su despacho. Fuentes fiscales explicaron que allí la marroquí les recordó que durante la instrucción de esta causa declaró ante el juez Garzón con «burka» y no entendía por qué ahora tenía que hacerlo descubierta.
Preocupada por la difusión
Las mismas fuentes señalaron que se le explicó que la instrucción es la fase preparatoria del juicio oral, y que es ahora, en la vista oral, cuando entra en juego el principio de publicidad, que nada tiene que ver con que su rostro vaya a ser difundido por la televisión, lo que al parecer preocupaba a la testigo. Además, gráficamante, juez y fiscal explicaron a la marroquí que su situación es similar a la de algunas monjas, que no por ser religiosas y aisladas de la sociedad, están exentas del deber de colaborar con la Justicia. Finalmente, y con el visto bueno de su marido, que también está previsto que testifique en este juicio, la mujer marroquí accedió a declarar con el rostro descubierto, desde el mentón hasta las cejas. Lo hará el lunes. De espaldas al público y sin cámaras.
Fátima, de apellido Hssisni, no es cualquier testigo en este juicio que sienta en el banquillo a miembros de dos células islamistas -en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y Madrid- para los que la Fiscalía pide entre 7 y 18 años de cárcel por pertenencia a organización terrorista -y en el caso del principal acusado también por inducción al suicidio-. Uno de los hermanos de la testigo fue, según el Ministerio Público, uno de los «captados y adoctrinados» en Vilanova para participar en atentados en Irak. De hecho, Hassan Hssisni cumplió con su «cometido» y se suicidó en la ciudad iraquí de Faluya el 22 de enero de 2005. Además de éste, Fátima tiene otro hermano que cuando se disponía a participar en un atentado suicida, fue detenido en Siria y devuelto a Marruecos.
Además, fuentes jurídicas señalaron que la testigo alojó en su casa a un miembro del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) que podría haber tenido contacto directo con Osaman Bin Laden.
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