Abascal tiende la mano a Feijóo tras el 28M, pero reitera que no aceptará «ningún chantaje»

El PP y Vox suman juntos mayoría absoluta en la Región de Murcia, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Baleares, Cantabria y Aragón, pero Abascal, en sus respuestas a los periodistas, ha evitado decir por ahora si exigirá en todos los territorios entrar en los gobiernos autonómicos, como sucedió en Castilla y León, hasta ahora única región donde comparten ejecutivo los dos partidos de la derecha española. «Hoy no es el día de las exigencias, es el día de la mano tendida. Hay un partido que ha ganado y tiene que decidir si está dispuesto a construir una alternativa o quiere buscar otro camino», ha afirmado el dirigente derechista.

El presidente de Vox ha desvelado que ya se han producido los primeros contactos entre su equipo y el de Núñez Feijóo, aunque ha emplazado a los próximos días para mantener una conversación con su homólogo popular. Abascal ha aseverado que en su partido las negociaciones se centralizarán, con instrucciones a sus candidatos desde Madrid, pero les ha pedido que testen qué piensan los barones territoriales del PP porque «son muy distintos unos de otros».

En el caso de Extremadura, donde el actual presidente autonómico, el socialista Guillermo Fernández Vara, ha ganado las elecciones por unos miles de votos, pero la suma de PP y Vox supera la mayoría absoluta, Abascal ha tirado de ironía. Si durante toda la campaña el líder de Vox ya había echado por tierra la propuesta de Núñez Feijóo de permitir que gobierne la lista más votada, este lunes Abascal ha metido el dedo en la llaga: «En relación a la señora del PP en Extremadura [María Guardiola], creo que tiene que recorrer un paso previo, hablar con la dirección nacional de su partido porque han dicho que no gobernarían donde no fuesen la lista más votada. Parece que renuncian a gobernar en Extremadura».

Sarcasmo aparte, el entusiasmo era evidente en la sede de Vox, con la sala de prensa repleta de periodistas, trabajadores del partido y dirigentes como el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. Antes que Abascal ha hablado el secretario general de la formación, Ignacio Garriga, que ha celebrado con datos su crecimiento: del 3,5 por ciento del voto al 7,1 por ciento, lo que se traduce en un salto de 530 concejales a 1.695, con el 99 por ciento del sufragio escrutado. A nivel autonómico, Vox ha crecido en seis comunidades autónomas y ha entrado por primera vez en cinco, y solo ha bajado en la Comunidad de Madrid.

Preguntado por la Comunidad de Madrid, donde arrasó Isabel Díaz Ayuso (PP) con una sólida mayoría absoluta, Abascal ha dicho que analizarán los resultados y que les habría gustado uno mejor, pero que eso no puede «empañar» el éxito general del partido ni el hecho de que haya desaparecido Podemos de la Asamblea de Madrid: «Una excelente noticia para España».

El presidente de Vox también se ha pronunciado, como no podía ser de otra manera, sobre el adelanto electoral anunciado por Pedro Sánchez para el próximo 23 de julio. Abascal ha definido el movimiento como «la única noticia positiva que ha dado Pedro Sánchez en los últimos años», aunque ha añadido después que ha tomado esa decisión el jefe del Ejecutivo, única y exclusivamente, «porque cree que le viene mejor a él».

«Solo obedece a intereses personales», ha zanjado, antes de retirarse a seguir la comparecencia de Núñez Feijóo. A Vox le espera ahora una doble tarea: abordar las negociaciones con el PP y empezar a pensar en la configuración de las listas de las elecciones generales. Sale de una campaña y entra en otra. «No vamos a perder un solo minuto en contrarrestar al PP en Madrid, vamos a emplearnos a fondo en cómo derrotar a Pedro Sánchez», ha prometido.