Ábalos recuerda que Sánchez no era partidario de que dejase el escaño al estallar el caso Koldo

El diputado por Valencia ha vuelto a criticar la decisión de su partido de perdirle la renuncia a su puesto de parlamentario, como hizo la Ejecutiva Federal socialista el pasado lunes, dándole un ultimátum de veinticuatro horas, si bien ha querido despejar algunas especulaciones, asegurando que «no soy una bomba de relojería. No lo he sido nunca, para nadie». En el programa El Matí, de Ricard Ustrell, Ábalos ha asegurado que «yo he sido siempre una persona muy crítica y heterodoxa dentro de la organización, pero al mismo tiempo muy disciplinada. Pero tampoco nunca se me había planteado un órdago de este tipo».

El exministro ha asegurado no haber hablado con Pedro Sánchez desde que estalló el escándalo aunque sí (algo que ya se había publicado) con su sucesor como secretario de Organización, Santos Cerdán, al que en todo momento ha exonerado de cualquier responsabilidad en el caso cuyo principal protagonista es Koldo García, al que conocía de Navarra.

«Santos está como yo», ha señalado en referencia a la sorpresa por el comportamiento de su antiguo asesor, al que «me recomendaron los compañeros de Navarra», ha explicado tanto en la emisora catalana como en el programa Más de Uno, de Carlos Alsina, donde ha detallado que necesitaba alguien de confianza y con plena disponibilidad horaria, algo que no cumplían los chóferes del partido ni luego, ha dicho, los funcionarios del Ministerio, que «trabajan ocho horas».

Ábalos ha asegurado que en un primer momento el propio Sánchez, con el que ha dicho que hablaba con frecuencia hasta días antes de que estallase el escándalo, no era partidario de que tuviese que renunciar a su escaño. «Me ha llegado que cuando se produjo esto el presidente no veía razón, tampoco» ha aseverado. Algo que este periódico ha podido confirmar, aunque luego la posición del PSOE cambió radicalmente.

Nada más conocer las primeras detenciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, lo que Moncloa trasladaba era que no tenía Ábalos por qué dejar de ser diputado después de la operación que entonces acababa de ponerse en marcha. Algo que se transmitió incluso de manera sarcástica: «¿Y se tiene que ir de España también?».

Para el ahora diputado del Grupo Mixto, bancada en la que aún no se ha estrenado, lo que ha hecho su partido -que ya le ha suspendido cauteralmente de militancia, el paso previo a una probable expulsión- es «populismo justiciero», pero no Justicia. «¿Os estamos hablando de escarmiento?», se ha preguntado en Onda Cero.

Ábalos ha asegurado que no ha hablado con Koldo porque «no tengo fuerzas. No lo veo conveniente, ni me lo planteo. Me quedé muerto. Ya ve lo que ha supuesto para mí», le ha confesado a Alsina, a quien también ha explicado que «cuando me despierto me da la sensación de que todo esto es un pesadilla». Entre constantes quejas al trato que ha recibido, incluido el mediático, Ábalos ha relatado que como consecuencia del escándalo un banco ha suspendido una operación en la que él figuraba como avalista, aunque no ha querido precisar más detalles.