El 2024 ha sido el año con menos leyes durante el sanchismo sin haber elecciones de por medio

En los últimos meses se ha convertido en costumbre que en los plenos del Congreso, que habitualmente se desarrollan martes, miércoles y jueves, se queden desiertos los jueves porque es el día que se debaten las iniciativas legislativas y hay semanas en las que no hay ninguna. El mayor síntoma de la debilidad del Ejecutivo es la ausencia de presupuestos generales del Estado, que ni siquiera se han presentado. Es más, el Ministerio de Hacienda vio en julio cómo la Cámara Baja tumbaba la senda de estabilidad que propuso -paso previo a las cuentas públicas- y tuvo que retirarla en septiembre para evitar otra derrota.

A pesar de ello, que demuestra las dificultades del Gobierno para armar una mayoría que le dé estabilidad a la legislatura, el PSOE se esfuerza en trasladar a la opinión pública que no existe la parálisis que denuncia la oposición. El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, Patxi López, niega la mayor cada martes en las ruedas de prensa posteriores a las reuniones de la Junta de Portavoces y airea las leyes aprobadas.

Noticia Relacionada

El PP busca con las nucleares otra mayoría con Junts

Emilio V. Escudero

Explorará el flanco energético al ver cómo los catalanes y el PNV «han perdido el miedo de votar con Vox»

En un recuento difundido a los medios de comunicación hace un par de semanas, el PSOE sacaba pecho de terminar el año con «veinticinco leyes» publicadas ya en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En esa enumeración, además de las siete leyes ordinarias aprobadas -las que requieren mayoría simple para su aprobación, es decir, más síes que noes- y las siete orgánicas -las que necesitan la mayoría absoluta del Congreso para salir adelante, la mitad más uno, porque desarrollan aspectos regulados en la Constitución-, los socialistas añaden la reforma del artículo 49 de la Carta Magna, que cambia 'disminuidos' por 'personas con discapacidad', y diez reales decretos leyes. De estos últimos, dos se aprobaron por el Consejo de Ministros en 2023, pero se convalidaron en enero.

Lo cierto es que en un momento en el que el Gobierno niega fragilidad, en el que depende de los siete votos de Junts per Catalunya, partido liderado por el prófugo Carles Puigdemont, y en el que necesita aliados de tendencias ideológicas que chocan entre sí, como por ejemplo Bildu y PNV, este 2024 termina con la menor producción legislativa del sanchismo sin haber comicios. Contando las leyes y los decretos publicados en el BOE, incluso en los años 2019 y 2023, ambos con elecciones generales y el 2019 con repetición electoral, se aprobaron más o las mismas iniciativas de este tipo, con veintiséis (dieciocho decretos) y veinticinco (ocho decretos) respectivamente. Más en esos dos ejercicios si se descuentan los dos decretos aprobados en 2023, pero que el PSOE suma al 2024 por haberse convalidado en enero.

España está ante una de las producciones legislativas más bajas desde la Transición y la consolidación de la actual democracia. Solo en 2008, año con elecciones generales, y en 2016, en el que se dio el peor bloqueo político vivido en el país y hubo un Ejecutivo en funciones hasta finales de octubre, se han publicado menos iniciativas con este rango legal en el BOE.

Esta realidad no le pasa desapercibida a la oposición como quiso dejar claro ayer el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Miguel Tellado, en su repaso del año parlamentario. «Es difícil hacer balance de la nada. El 2024 ha sido el año no electoral con menos leyes», denunció en la sala de prensa de la Cámara Baja. A esto le sumó otra situación que contrasta con la escasa capacidad del Ejecutivo, hasta ahora, de engrosar la maquinaria parlamentaria. Frente a las veintitrés iniciativas legislativas -veinticinco si se incluyen los dos decretos aprobados a finales del año pasado-, el PP tiene su propia calculadora y denuncia que tiene veinticuatro, una más, bloqueadas en el Congreso.

Cinco proposiciones de ley del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, dijo Tellado, están «en el congelador» de Francina Armengol, presidenta de la Cámara Baja, cuya mayoría en la Mesa las bloquea prolongando sistemáticamente el plazo de enmiendas. Hay otras catorce del Senado en idéntica situación y cinco más vetadas por el Ejecutivo. Además, algunas de las leyes que se arroga el PSOE cuentan con la iniciativa y participación de la oposición, como la de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o la reforma constitucional. «'El 90 por ciento de lo que votamos lo ganamos', dice el PSOE. ¡Claro! Cuando van a perder no se vota», remató Tellado el año.