Podemos y Ciudadanos se hacen con 10 millones al año en subvenciones autonómicas

En total, gracias a todos esos escaños autonómicos, Podemos se ha garantizado para esta nueva legislatura unos ingresos por subvenciones de los parlamentos regionales de algo más de seis millones de euros al año, de los que 1,6 corresponden a fondos del Parlamento de Andalucía. Por su parte, Ciudadanos se ha garantizado unos ingresos que rondan los cuatro millones de euros de subvenciones parlamentarias autonómicas , la cuarta parte gracias al Legislativo andaluz.

En el lado contrario están los partidos que han visto reducida su presencia en cortes regionales. El que más merma sufre es el PP. La pérdida de votos se ha traducido en una sustancial reducción de escaños en los parlamentos territoriales. Y a menos diputados, también menores asignaciones por subvenciones parlamentarias.

Según los datos recopilados por ABC a partir de los presupuestos de los distintos legislativos autonómicos y de las normas con los que cada uno de ellos regulan las asignaciones a grupos políticos, el PP se ha quedado sin cuatro millones de euros anuales de financiación por esta vía.

El PSOE también resulta castigado, aunque en menor medida. En su caso va a ver mermadas sus subvenciones de los parlamentos autonómicos en un total de 1,4 millones de euros.

Más castigadas salen las finanzas de IU, que de por sí llevan años atravesando una situación muy delicada. Su pérdida de escaños regionales pasa a costarle del orden de 1,65 millones de euros anuales, un duro golpe para la contabilidad de esta formación que ha visto acentuada su crítica situación, atosigada por el avance de Podemos.

Estas subvenciones que reparten anualmente los parlamentos autonómicos constituyen una parte esencial de la financiación pública de la que se alimentan las arcas de los partidos en España. Es una financiación estructural, al margen de las subvenciones puntuales que perciben las formaciones políticas cada vez que hay elecciones y que, esencialmente, vienen a cubrir los gastos de campaña en los que incurren.

La financiación de los partidos a través de los legislativos regionales les son fundamentales para costear gastos de funcionamiento en los que se incluye también la contratación de personal al servicio de esas formaciones. De ahí que ganar o perder fondos por esta vía conlleve poder ampliar plantillas de partidos o tener que reducirlas.

UPyD es otro de los casos en los que las elecciones autonómicas que han tenido lugar este año les han supuesto un mazazo en sus finanzas. El partido de Rosa Díez tiene que digerir, a la par, su hundimiento electoral con la pérdida de ingresos. El caso más significativo: se le han volatilizado las subvenciones anuales de más de medio millón de euros que percibía de la Asamblea de Madrid, parlamento en el que se han quedado sin los ocho escaños que han ocupado estos últimos cuatro años.

Para Podemos -y en menor medida para Ciudadanos-, su irrupción en los parlamentos autonómicos no solo le da espacio político -decisivo en más de una comunidad- sino que multiplica por mucho las cuentas de un partido con menos de año y medio de vida. La formación de Pablo Iglesias daba sus primeros pasos en enero de 2014 como asociación, y un par de meses después nacía formalmente como partido para estrenarse, en mayo del año pasado, en las elecciones al Parlamento Europeo, en el que obtuvo cinco escaños y la consiguiene financiación pública aparejada a ello.

En su primer año de funcionamiento, 2014, Podemos movió más de un millón de euros. Según las cuentas que publica en su web, obtuvo unos ingresos de 1.162.432 euros y tuvo unos gastos de 787.725; es decir, le quedó un «beneficio» de casi 400.000 euros en sus doce primeros meses de existencia. Ahora, gracias a las subvenciones que se ha garantizado en los parlamentos autonómicos, el presupuesto de la formación de Pablo Iglesias pasará a multiplicar sus finanzas anuales prácticamente por seis.