García-Legaz visita Cuba en pleno proceso de apertura económica de la isla

García-Legaz llega a la isla pocas horas después del histórico encuentro de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro en la Cumbre de las Américas de Panamá y es el miembro del Gobierno español de más nivel que lo hace después de la visita del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, en noviembre del pasado año.

Junto al secretario de Estado se han desplazado a La Habana el vicepresidente de CEOE, Joaquim Gay de Montellá, el vicepresidente y el director Internacional de la Cámara de Comercio de España, Modesto Piñeiro y Alfredo Bonet respectivamente; el presidente de CESCE, Álvaro Bustamante; y el director general de Comercio Internacional e Inversiones, Antonio Fernández-Martos. Con ellos participará en un foro empresarial hispano-cubano y en otro encuentro preparado por la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba , que agrupa a unas 230 compañías.

El programa de García-Legaz incluye contactos con un total de ocho altos cargos del régimen castrista. En concreto, mañana, martes, con los ministros de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, y de Turismo, Manuel Marrero Cruz, y con la presidenta de la Cámara de Comercio de Cuba, Odalys Seijo. Y el miércoles, con los ministros de Industria, Salvador Pardo Cruz; Construcción, René Mesa Villafaña; y Energía y Minas, Alfredo López Valdés; además de con el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas, y con el presidente del Banco Central de Cuba, Ernesto Medina Villaveirán.

En esas reuniones, tendrá oportunidad de escuchar los planes del Gobierno cubano para tratar de llevar capitales extranjeras a Cuba, después de la puesta en marcha de la nueva ley inversiones y, en concreto, de la Zona de Desarrollo Especial del Mariel, donde habrá unas condiciones más ventajosas. Los cubanos confían en que el levantamiento del embargo por parte de Estados Unidos haga despegar a esa zona, en la que muchas empresas españolas están interesadas.

No obstante, García-Legaz transmitirá a sus interlocutores cubanos las inquietudes de los empresarios españoles, centradas en problemas relativos a la unificación de la moneda, la mediación del Estado en la contratación de trabajadores, la repatriación de divisas o el necesario apoyo a los nuevos «cuentapropistas» cubanos, que comienzan a aparecer como pequeñas empresas, pero que no cuentan con ayudas para operar. Algunas entidades bancarias españolas han puesto ya su vista en Cuba para explorar la posibilidad de trabajar allí.

Por otra parte, la cobertura CESCE que se encontraba cerrada desde el año 2000 como consecuencia de los más de 2.300 millones de deuda de Cuba con España, fue abierta hace unos meses, con una línea de 25 millones de euros para operaciones a corto plazo.

La mayoría de las empresas españolas que tienen intereses en Cuba pertenecen actualmente al sector del turismo, hasta el punto de que el 90 por ciento de las plazas hoteleras de cuatro y cinco estrellas son gestionadas por grupos como Meliá, Iberostar, Rius, NH y Barceló.