Las Femen protestan ante el Congreso

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El dispositivo de vigilancia de la Policía Nacional cortó rápidamente el paso a la primera, pero no logró arrestar a la segunda hasta que se encontraba ya muy cerca de la puerta. Había sido el segundo acto de protesta del día que aprovechaba la repercusión mediática del principal debate político del año en el Parlamento.

Una hora antes, representantes de la plataforma Víctimas del Alvia, conformada por familiares de las 81 personas que murieron en las afueras de Santiago en 2013 cuando descarriló el tren en la curva de Angrois, se concentraron en la cercana plaza de Neptuno y entregaron en la Cámara baja 115.000 firmas recogidas por Internet con las que piden una comisión de investigación del siniestro y ceses de los máximos responsables en Fomento, Renfe y Adif.

En el hemiciclo, sin embargo, lo predominante fue la normalidad. Fuertes y constantes aplausos, más de una treintena, de la bancada popular al discurso con el que Rajoy solemnizó el triunfo del Gobierno sobre la crisis, que arreciaron con la propuestas de su nueva agenda social y con los ataques a los “demagogos” de Podemos o Ciudadanos, a los que no llegó a citar por el nombre, y que se convirtieron en una cerrada ovación de más de un minuto, con los 185 diputados populares y el banco azul puestos en pie, y con algunos gritos de “¡bravo!”. Hubo pocas interrupciones de la oposición y la guerra se traslado Twitter, con el pulso entre los ‘hashtags’ y los mensajes de HayFuturo, de los populares, y de LaEspañaReal, de los socialistas.

La número dos del PP, María Dolores de Cospedal, y la esposa del presidente, Elvira Rodríguez, siguieron el discurso desde la tribuna de invitados y autoridades junto al presidente del Senado, Pío García Escudero, y algunos presidente autonómicos del PP como Ignacio González, Alberto Fabra y Alberto Garre, justo tres de los que aún no saben si van a repetir en los comicios de mayo y que sin duda quisieron dejarse ver.

No acudió a la tribuna nadie de Podemos o Ciudadanos, los partidos emergentes sin representación parlamentaria, pero que se perfilan como agentes políticos determinantes en el futuro inmediato. De hecho, incluso ignoraron en las redes sociales un debate que saben que este año aún no es el suyo. Pablo Iglesias se limitó a citar a sus seguidores para mañana, a las siete de la tarde, que será cuando conteste al discurso de Rajoy en una rueda de prensa.