El Supremo reduce las indemnizaciones a las familias del accidente aéreo en Lago Constanza

La Audiencia Provincial de Barcelona condenó en mayo de 2012 al pago de indemnizaciones millonarias (de entre 1,5 y 5,5 millones de dólares por cada familia) a las dos empresas norteamericanas fabricantes de los sistemas anticolisión de que iban dotados los dos aviones que chocaron provocando el accidente. Ahora la Sala Primera del Supremo estima parcialmente los recursos de dichas empresas y si bien mantiene las indemnizaciones a que debe hacer frente una de ellas (Honeywell Internacional), no hace lo mismo con la otra (Aviation Communications and Surveillance Systems), a la que se las reduce en un 50 por ciento. Los magistrados consideran que en ese caso su responsabilidad concurre con el centro de control aéreo suizo (las víctimas ya estaban litigando en paralelo en Zurich).

Pese a ocurrir el siniestro en el extranjero, el procedimiento se vio en los juzgados de Barcelona porque era el lugar de destino de uno de los aviones siniestrados. Además de la rebaja en las indemnizaciones, la Sala ordena que se suprima del fallo de la Audiencia de Barcelona la afirmación de que las empresas demandadas «no hicieron lo necesario para subsanar los problemas».

El accidente se produjo en la frontera entre Alemania y Suiza, cuando dos aviones, identificados como los vuelos 2937 de Bashkirian Airlines y 611 de DHL, chocaron en pleno vuelo aproximadamente a las 23:35 horas (GMT) sobre la localidad alemana de Überlingen, causando la total pérdida de vidas de los pasajeros y tripulación. El vuelo de DHL, tripulado solamente por el piloto y el copiloto, tenía por ruta Bahrain a Bruselas con escala en la ciudad italiana de Bérgamo. En el vuelo 2937 de Bashkirian Airlines viajaban un total de 69 personas (12 tripulantes y 57 pasajeros), quienes iban desde Moscú a Barcelona. La mayoría de los pasajeros eran adolescentes que venían de viaje escolar a España por una iniciativa de Unesco con el estado de Bashkortostán