Izquierda Unida se rompe en Madrid

IU, que aspiraba hasta hace menos de un año a robarle al PSOE parte del voto de izquierdas, ha escenificado en Madrid el cataclismo interno que le ha causado la irrupción de Podemos en la política nacional y que le relega en las encuestas a un puesto irrelevante (el CIS le otorga tan solo un 3,7% frente al 6,2% actual). Desde hace meses, los actuales dirigentes de la coalición en Madrid -como el portavoz en la Comunidad, Gregorio Gordo, y el del Ayuntamiento, Ángel Pérez, integrados en el bloque mayoritario- se habían opuesto a «diluirse» dentro de una plataforma política, donde confluyen movimientos sindicales, sociales y ecológicos que se esconden bajo el nombre de Ganemos Madrid. Coalición cuya verdadera paternidad, aclaran fuentes del partido de Iglesias, le corresponde a Juan Carlos Monedero , número dos del grupo antisistema -ayer ausente y tocado por los escándalos- que nunca ha descartado su candidatura a la Alcaldía.

Frente a los responsables de la IU tradicional, que encarnan los cargos institucionales, se han alzado en las últimas semanas voces con resonancia mediática, impulsoras de fusionarse con Podemos. Es el caso de Sánchez, pareja de Pablo Iglesias , o Garzón, su primer jefe político, revestidos ambos de la legitimidad que les otorgan sus candidaturas electorales ganadas en primarias (aunque el segundo no tuvo que concurrir por la retirada de su oponente). El golpe de mano de ayer halló desprevenida a la dirección madrileña por mucho que las negociaciones llevaran días abiertas. Tanto que uno de sus responsables, al ser informado por ABC del alcance del pacto, anunció tajantemente que los firmantes de ese documento con Podemos «están sencillamente fuera de IU». Es decir, estaría apuntando a la expulsión de Tania Sánchez, en sus horas más bajas al ser señalada por el escándalo, que adelantó este diario, de adjudicaciones públicas a su familia cuando ocupaba el sillón de concejal en Rivas-Vaciamadrid. Si bien otras fuentes consideran que será la propia Sánchez la que se marche. De nada ha servido que IU-Madrid diera hace unos días un portazo, con 45 votos a favor y uno en contra, a perder sus siglas.

Por eso, indican en la coalición, es tan importante la reunión de hoy. Toda vez que Lara tendrá que arrostrar varios frentes: la fractura en Madrid con la formación de un frente popular que aniquila a IU; el riesgo de imputación que pesa sobre Tania Sánchez (a la que apoyó en diciembre) y la marcha, anunciada ayer, de Diego Valderas , hasta hace unos días vicepresidente de la Junta de Andalucía, y primera de las víctimas de la ruptura del acuerdo de su formación con el PSOE de Susana Díaz. Las palabras con las que el histórico político andaluz explicó su abandono resumían bien a las claras el alcance de la crisis en IU: «Ha llegado el tiempo del cambio y de la renovación». Nadie duda de que, junto a la quiebra del acuerdo de Gobierno, el «factor Podemos» está detrás de su decisión. De hecho, apuntan en la formación de izquierdas, «algunas de las medidas impulsadas por Valderas y que han generado el desencuentro con Díaz han venido dadas por la presión radical del partido de Pablo Iglesias y la necesidad de marcar distancias con el PSOE».

Precisamente uno de los referentes de IU, Julio Anguita, también ha terciado en la guerra. Firme apoyo del acuerdo con Podemos y amigo de Garzón, Anguita ha advertido, en una entrevista a «eldiario.es», que «me han dicho» que este partido «se va a disolver en Madrid el viernes [por hoy]».