Condenan a 38 años de prisión al parricida de Cáceres

La Fiscal había solicitado esa pena al considerar que el autor del doble asesinato tenía en el momento de los hechos ligeramente afectadas sus capacidades por el consumo de droga. El condenado se encontraba viviendo con sus padres en el momento de los hechos tras divorciarse de su mujer y carecer de trabajo e ingresos.

En el juicio de Tribunal del Jurado, la Fiscalía apuntó como móvil que el condenado «tenía un fuerte resentimiento hacia sus padres, a quienes culpaba de sus situación de dependencia» por no querer el padre contratarle en la empresa familiar debido a problemas de falta de dinero en el pasado.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 16 al 17 de marzo de 2013 cuando el acusado, «tras consumir alcohol y cocaína», llegó a casa de sus padres y «decidió acabar con la vida de estos». Para ello, se fue al garaje a por una escopeta de caza y entró en el dormitorio del padre, que se hallaba despierto, y «le disparó en el abdomen», luego se fue al dormitorio de la madre y «le disparó en la cabeza».

Al ver que el padre seguía con vida, se fue a la cocina a por un cuchillo de grandes dimensiones y «le asestó dos puñaladas en el cuello». Además, ha quedado probado que acto seguido cogió 5.600 euros que había en la casa, procedentes de la recaudación de la empresa, y huyó a la localidad de Zafra, donde fue detenido gracias a las intervenciones telefónicas.

Durante el juicio, el acusado negó los hechos y dijo que «él siempre quiso y querría a sus padres» pero el jurado popular lo declaró culpable. La sentencia no es firme y contra la misma cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX).